Karateca procesado en Viedma

VIEDMA (AV).- Por el delito de “lesiones gravísimas” fue procesado un karateca, en el marco de un hecho que ocurrió hace casi un año en Viedma. Se trata de Jesús Sebastián Di Dio, quien en la madrugada del 21 de noviembre de 2010, en el playón de una estación de servicios de esta capital, tuvo un desencuentro con Víctor Antonio Rivero. A parecer una recriminación seguida de un golpe y una caída le provocaron a la víctima lesiones gravísimas, intervenciones quirúrgicas cerebrales, una prolongada internación en el Zatti, una rehabilitación en la que aún se encuentra y un implante de platino que su organismo rechazó. El procesamiento del juez Guillermo Bustamante detalló que Rivero sufrió traumatismo de cráneo con hemorragia cerebral con pronóstico de irreversibilidad, con alta probabilidad de que no vuelva a gozar de su salud física y psíquica, lesiones que además pusieron en peligro su vida de Rivero y lo incapacitaron laboralmente por varios meses. Según la investigación judicial en el marco de una discusión, Di Dio habría golpeado a Rivero con sus puños y sus pies hasta que éste último cayó tendido en el piso, en la playa de estacionamiento en cercanías de los surtidores de combustible de la estación de servicio, ubicada a una cuadra del Zatti. Bustamante consideró como un agravante la condición de karateka del imputado, circunstancia que evaluó como un condicionante en el desarrollo de su conducta. “Al momento de iniciarse el hecho que culminó con las lesiones de Rivero, Di Dio debió conducirse con un plus de responsabilidad mayor al que tendría el hombre común, intentando reconducir pacíficamente la situación, en base a que su condición deportiva y filosófica lo convierte en un arma en si mismo”, fundamentó el juez. Agregó que “cuanto más grande sea la experiencia, habilidad y potencia del cultor de este arte marcial, como es el caso de Di Dio, mayor deberá ser también su prudencia y respeto frente al caso concreto, algo que el imputado debió manejar al momento del conflicto que desencadenó en las lesiones de Rivero.”


VIEDMA (AV).- Por el delito de “lesiones gravísimas” fue procesado un karateca, en el marco de un hecho que ocurrió hace casi un año en Viedma. Se trata de Jesús Sebastián Di Dio, quien en la madrugada del 21 de noviembre de 2010, en el playón de una estación de servicios de esta capital, tuvo un desencuentro con Víctor Antonio Rivero. A parecer una recriminación seguida de un golpe y una caída le provocaron a la víctima lesiones gravísimas, intervenciones quirúrgicas cerebrales, una prolongada internación en el Zatti, una rehabilitación en la que aún se encuentra y un implante de platino que su organismo rechazó. El procesamiento del juez Guillermo Bustamante detalló que Rivero sufrió traumatismo de cráneo con hemorragia cerebral con pronóstico de irreversibilidad, con alta probabilidad de que no vuelva a gozar de su salud física y psíquica, lesiones que además pusieron en peligro su vida de Rivero y lo incapacitaron laboralmente por varios meses. Según la investigación judicial en el marco de una discusión, Di Dio habría golpeado a Rivero con sus puños y sus pies hasta que éste último cayó tendido en el piso, en la playa de estacionamiento en cercanías de los surtidores de combustible de la estación de servicio, ubicada a una cuadra del Zatti. Bustamante consideró como un agravante la condición de karateka del imputado, circunstancia que evaluó como un condicionante en el desarrollo de su conducta. “Al momento de iniciarse el hecho que culminó con las lesiones de Rivero, Di Dio debió conducirse con un plus de responsabilidad mayor al que tendría el hombre común, intentando reconducir pacíficamente la situación, en base a que su condición deportiva y filosófica lo convierte en un arma en si mismo”, fundamentó el juez. Agregó que “cuanto más grande sea la experiencia, habilidad y potencia del cultor de este arte marcial, como es el caso de Di Dio, mayor deberá ser también su prudencia y respeto frente al caso concreto, algo que el imputado debió manejar al momento del conflicto que desencadenó en las lesiones de Rivero.”

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