Kety no declaró ayer, sí en diciembre del 2003

CIPOLLETTI (AC).- Kety Karabatic declaró. No ayer, pero sí lo hizo ante el juez de Instrucción a fines del año pasado. Su testimonio se mantuvo en absoluta reserva, tanto que uno de los defensores ayer no tenía ni idea de la existencia de este relato.

Hasta ahora se sabía solamente que la única sobreviviente había aportado sus dichos por escrito a días del crimen, cuando aún estaba internada en el hospital. Pero en el expediente también consta un testimonio del 15 de diciembre de 2003, ante el juez Juan Torres. Muy poco pudo decir en ese momento la mujer de 73 años porque su relato se interrumpió por el llanto en varias ocasiones. En el escrito dio más información que esta última vez.

Karabatic relató que el 23 de mayo de 2002 bajó sola del auto de su hija y se dirigió hacia el laboratorio. Golpeó la puerta dos veces. La luz estaba encendida y alguien le abrió.

«Al entrar, giro la cabeza hacia la izquierda y veo a varias personas en el piso».

«Sentí que alguien me dijo tírese al piso y así lo hice. Esta persona seguía hablando, no recuerdo lo que decía. Me tiré al piso, giré la cabeza para mirar y vi un pantalón negro, azul», afirmó.

En ese momento de la declaración entre llanto y sollozos dijo que no recordaba nada más. Pero continuó. Dijo que cuando fue eran «entre las ocho y cuarto y ocho y veinte».

«No le pude ver la cara porque cuando me abrió la puerta estaba detrás de la puerta. Todo aconteció rápido e imprevistamente. No le alcancé a ver ni cuchillo ni arma de fuego» (en el escrito había asegurado haber visto el arma de fuego).

La declaración continúa textualmente. «(La testigo) no recuerda si se tiró o la tiró esta persona, sí sabe que estuvo en el suelo. No recuerda si la golpeó o le disparó con un arma, que únicamente vio a las personas que estaban en el suelo y a la persona que le abrió la puerta».

«La testigo manifiesta estar mareada por lo que solicita acercarse a la ventana a tomar aire y comienza a sollozar, por lo que ante el estado de la misma, se suspende el acto».

Un poco más tranquila, continuó. «Es todo lo que sé, lo que recuerdo, lo que ví. Quiero saber quién fue y por qué lo hizo. Todo fue muy rápido y no me dio tiempo a nada. Todo fue como un relámpago».

Ayer el Tribunal le preguntó a Betina Bilbao, la hija de Karabatic, si había hablado con su madre sobre el agresor, si coincidían las características del hombre que ella vio salir del laboratorio.

«Mi mamá está con estrés postraumático y no recuerda nada», aclaró Bilbao.

Dijo que el sujeto, según los dichos de su madre, la obligó a arrodillarse y después a tirarse al piso. «Me comentó que era una persona delgada, que tenía capucha. Ni bien estuvo en el piso le empezó a dar patadas en la cabeza».

Nota asociada: MASACRE DEL LABORATORIO : 'Siente culpa por estar viva, está enferma y privada de su libertad'  

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