Kirchner admitió que hubo «mucha tensión» con el FMI

El presidente Néstor Kirchner admitió ayer que las negociaciones con el FMI fueron «muy tensas» debido a que las exigencias planteadas por el organismo multilateral avanzaban sobre la propuesta de la reestructuración de la deuda privada, con una quita del 75 por ciento.

«Antes, cuando se discutía con estos organismos, la apretada y el ajuste era para adentro. Llamaban a los gobernadores y les decían que les recortaban el presupuesto y que tenían que bajar los sueldos. Era muy fácil ser fuerte con los débiles y débiles con los poderosos», dijo Kirchner sobre los gobiernos anteriores y su relación con el FMI.

Kirchner describió que «los organismos de crédito consideraban que tenían interés en los grupos de tenedores de la deuda privada», por lo cual el FMI planteó cuestiones que podían terminar mellando la propuesta realizada en Dubai.

«Lo que nos tocó vivir en estos días fue toda una actitud de doble presión de los grupos de acreedores» para cambiar la solución de quita del 75%, describió.

El Presidente aseguró que la Argentina decidió cumplir con el pago de 3.100 millones de dólares que vencieron este martes luego de que la directora gerente del FMI, Anne Krueger, le aseguró que ese mismo monto será devuelto el próximo 23 de marzo.

«Lo que se discutió fue puntito a puntito, y eso hace al destino de muchos argentinos. Nosotros dijimos que Argentina quiere honrar todas sus responsabilidades, pero lo primero que hay que honrar es la deuda interna» enfatizó el Presidente.

El jefe del Estado aprovechó para hablar sobre la relación del Gobierno con el FMI, durante un acto en Casa de Gobierno, donde se oficializó la eliminación de los puntos de precarización laboral del convenio colectivo de los trabajadores estatales.

Kirchner explicó que desde el Gobierno se rechazó que en el nuevo acuerdo figure la palabra «contrapropuesta» para negociar con los acreedores y también tener al Comité de Acreedores como único representante de los tenedores de bonos argentinos.

«Fue una discusión muy fuerte, nosotros no la aceptamos. Gracias a Dios tuvieron la voluntad de reconocerlo y quedó que los 21 grupos acreedores tienen la misma calidad y derechos y sin privilegios para nadie», detalló.

También comentó que las entidades que forman el Sindicato de Bancos, que se ocupará de negociar la deuda privada, podrán ser removibles «si no cumplen» las obligaciones contraactuales.

Sobre el piso de aceptación de la renegociación -que el FMI planteaba que llegara al 80% de conformidad entre los acreedores-, Kirchner replicó que la postura del Gobierno fue que «la Argentina es un país soberano que determina por sí mismo».

«Dijimos también que la deuda la terminaríamos de discutir entre mayo y junio, y que nos parecía una barbaridad que nos pongan como condición que no podemos avanzar en eso hasta septiembre», cuando se negocie el nuevo acuerdo con el FMI, dijo el mandatario.

Nota asociada: El acuerdo exige reformas fiscales, bancarias y en el área de servicios públicos  

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