«Kirchner carece de política de medio ambiente»

Director Ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Sabsay opina que el folclore nacionalista es inconstitucional, persecutorio y no resuelve problemas

Durante la entrevista, suena su teléfono. Le comunican la renuncia del último juez de la «mayoría automática». Daniel Sabsay lo celebra. Su nombre sonó entre los posibles sucesores del proceso de renovación del máximo tribunal. Pero seguramente este prestigioso constitucionalista celebraría de cualquier modo si este dato no contara, pues ha sido uno de los más activos hombres del derecho en la lucha por el mejoramiento institucional de la Argentina. Profesor de Derecho Constitucional en la UBA, es además Director Ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, desde donde formula una mirada crítica hacia la gestión de Néstor Kirchner, a quien acusa de sacar de agenda los problemas vinculados al medio ambiente. Generoso a la hora de reflexionar en torno al presente, se refiere a la deuda que los políticos tienen con los ciudadanos por negarse a debatir la reforma política y califica de «lamentable» la decisión del Ingeniero Blumberg de haber hecho una marcha para pedir cambios en tal sentido.

-Cuando hizo una evaluación del primer año de gestión de Kirchner formuló una crítica inquietante, afirmó que carece absolutamente de una política en materia ambiental…

-¡Lo dije en mayo y lo ratifico absolutamente! Esta suerte de devaluación terrible comenzó con la Alianza, con la disolución de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable. Se descuartizó la Secretaría que por primera vez tenía nivel de Ministerio. Como era mala palabra María Julia Alzogaray, cosa que me parece muy bien que lo fuera, disolvieron la institución. Y no es destruyendo la institución como se jerarquiza el tema. Los asuntos medioambientales no tienen que estar encapsulados en una dirección, secretaría o lo que fuere, ni quedar encerrados en un ministerio de otra área, tienen que tener entidad propia y aceitados mecanismos de coordinación con las restantes áreas de gobierno.

-¿ La política de la Alianza en temas ambientales se continúa en el presente?

-No sólo no se modifico nada, sino que esta conducta se fue confirmando. Apenas asume De la Rúa decide algo funesto, pulveriza la Secretaría de Medio Ambiente, la baja de nivel poniéndola dentro del Ministerio de Desarrollo Social y la descuartiza en su competencia. Parques Nacionales- en una decisión poco feliz -pasa a la Secretaría de Turismo y el poder de policía en materia ambiental se difunde entre las áreas sustantivas. Esto es como poner al zorro a cuidar las gallinas.

– Pero Duhalde al menos tuvo un hombre que fue conocedor en la materia…

– Es cierto, el Ingeniero Carlos Merenson. En esto coincidimos con todo el sector no gubernamental que, con claros y oscuros, sostenemos que desde la democracia fue el mejor funcionario que tuvo el área. Con muy poquitos medios estimuló muchas cosas y fue clave a la hora de presionar para que las leyes de Presupuestos Mínimos fueran finalmente sancionadas. Decididamente Merenson tenía una posición pro-ambiente y técnicamente fue impecable. Tomaba posición junto a las ONG´s en cuestiones muy trascendentes, por ejemplo en el contrato de INVAP.

-Y con Kirchner Medio Ambiente pasó a la cartera de Salud…

– Sí, y esto es peor que cuando estaba en Desarrollo Social. Salud es una cartera con una política muy fuerte en lo suyo y es muy difícil que allí quede espacio para Medio Ambiente.

-¿ Cómo evalúa la Ley de Presupuestos Mínimos y el riesgo que entraña

la demora en la promulgación en las diversas normas complementarias en las provincias?

-Este concepto se introdujo en la reforma de la Constitución del ´94. La idea fue distribuir las competencias entre Nación y Provincias de la siguiente manera: La Nación dicta los Presupuestos Mínimos, que es una suerte de umbral común que no afecta las jurisdicciones locales, que es Ley vigente en toda la República y luego las Provincias y las Ciudad de Buenos Aires dictan normas complementarias de esos Presupuestos Mínimos.

– Presupuestos Mínimos sigue siendo una formulación muy controvertida…

– La interpretación de esa noción llegó a escribir ríos de tinta porque era muy difícil de definir cuál era la magnitud de lo mínimo. En realidad la Ley 25.675 que es la General del Ambiente apuesta a una muy buena técnica porque funda las bases de un Federalismo de concertación y pone al Consejo Federal de Medio Ambiente- COFEMA -(órgano de concertación interprovincial formado por un acuerdo entre provincias ) como uno de los grandes artífices de este proceso y regula los grandes postulados de la política ambiental de conformidad con los principios e institutos más modernos extraídos de las conferencias de la ONU, de Convenciones Internacionales, tiene todo un capítulo sobre responsabilidad penal ambiental que implica un avance enorme y que lo toma en gran parte de una evolución jurisprudencial muy interesante. Pero todo esto requiere de la voluntad política para implementarlo y lamentablemente todo está estancado en el estadio de la reglamentación.

-A su criterio ¿ cuáles son los temas ambientales más graves de la Argentina?

-Uno es el institucional que acabamos de ver, que es fundamental porque si no hay un acabado marco institucional que permita que todo esto se aplique, lo demás es absolutamente baladí. Si vamos a los grandes problemas ambientales tenemos contaminación en todos los medios, tanto hídrica, como en los suelos o en la atmósfera. En determinadas regiones la contaminación es de una gravedad extrema, como en la cuenca del Riachuelo. Se trata de una enorme cloaca hedionda en las puertas de la ciudad de Buenos Aires y que afecta a cinco millones de personas, inclusive hay pozos de Aguas Argentinas que toman agua de ese lugar. ¡ La capitulación del Estado allí es horrorosa!

-¿ Y en la región patagónica?

-El problema de la desertificación es gravísimo. Otros problemas mayúsculos son los que atañen a la diversidad biológica, el avance de la frontera agrícola sin ninguna reglamentación y ninguna sustentabilidad, los desmontes en la provincia de Salta donde además han detenido a militantes de Greenpeace, lo cual habla de un deseo de criminalizar la protesta ecológica. En fin, hay un conglomerado de problemas que son consecuencia de la falta de políticas y de un desarrollo económico que no es sustentable, son parches que hablan de un aventurismo para conseguir rápidamente puestos de trabajo y renta pero para nada condice con los postulados que la Constitución impone como la idea de desarrollo humano.

– ¿ No hay manera de revertir una conducta que desde el Estado compromete de modo gravísimo a las generaciones futuras?

-¡ Claro que fue un escándalo! Y nos afecta en todos los órdenes, sobre todo lo que atañe a recursos energéticos, pesquero, forestal y minero. Pero no hablemos sólo de los recursos estratégicos, hay un ejemplo proverbial que es el de Mar del Plata. La depredación de la merluza es una de las tragedias más grande de la historia, no sólo porque se quedaron sin recursos, sino porque con ello destruyeron a una sociedad que hoy tiene el desempleo más alto del país. En este sentido- y a futuro- hay mucho por hacer, hay que detener ciertas conductas depredatorias que comprometen de modo gravísimo a las generaciones futuras.

-En las provincias petroleras, por caso, no hay controles sobre la cantidad de crudo y gas que se extrae, si bien se declara cierta cantidad no hay controles que permitan saber si esto es así o no.

-¡Esto es gravísimo! Es la ausencia total de poder de policía ambiental y en este orden está todo manejado en las relaciones que se establecen entre empresarios y gobiernos.

-Hay otro problema que se encuadró dentro de esta situación y es la venta de tierras a extranjeros especialmente las de la Patagonia ¿ qué opina al respecto?

– El problema no es la venta de tierras a extranjeros. Prohibir la venta de tierras a extranjeros es un acto abiertamente inconstitucional. El problema es la falta de reglamentación de la tierra y de los recursos y esto corre tanto para los extranjeros como para los argentinos. Lo que importa es el ordenamiento territorial ambiental del suelo, quedarse con el folclore nacionalista es inconstitucional, es persecutorio y no resuelve nada.

-¿ Y esta herramienta compleja del fideicomiso a la que apeló el magnate americano Tompkins para adquirir Monte León en Santa Cruz?

-No veo nada malo en ello. La operación redunda en algo beneficioso para nosotros porque se trata de una compra con fines benéficos, lo transforma en un Parque Nacional, no veo el perjuicio, peor hubiese sido si lo remataban y lo compraba Stalone o Bennetton, en cambio esta operación permitió que el lugar sea una reserva intangible.

-En la Patagonia hay un intenso debate en torno a la explotación minera por parte de privados ¿ este es otro ejemplo de legislación laxa?

-¡ Absolutamente! Creo que con respecto al tema minero, tal como ocurrió en Esquel, el abordaje debe impedir la confrontación. Aplicando todos los instrumentos de política pública en materia ambiental que aseguren la mitigación del riesgo, como procedimientos de impacto ambiental participativos, consultas, audiencias públicas. Y aplicar, a los efectos de la explotación, un poder de policía muy estricto y todos los cometidos vinculados al artículo 41 y los correspondientes de cada una de las Constituciones provinciales y cartas municipales. Fíjese lo que ocurrió en Chubut con la mina de oro, la conciencia ambiental de estos ciudadanos fue asombrosa, este es un caso que se estudia en el mundo.

-La reforma política es otro de los grandes temas que están ausentes en la agenda de gobierno ¿ otro ejemplo de «lo urgente tapa lo importante» ?

-Sí, el tema está ausente, fundamentalmente el debate del financiamiento de la política que es clave. Se trata de un debate que está ausente en el gobierno y en la oposición. Hay dos puntos centrales que nadie toca, el financiamiento y la democratización de los partidos políticos.

-¿ Y qué opinión le merece el reclamo del Ingeniero Blumberg en tal sentido?

-Lo de Blumberg me parece lamentable. Responde de manera «afectiva» a las demandas de la gente que se acerca a él y repite y solicita cosas de las que no sabe nada. El pedido de terminar con la lista sábana o imponer el voto electrónico soslaya el verdadero debate.

 

Susana Yapper sy@patagonia.com.ar


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