Kodak EasyShare C360

En la actual y muy competitiva generación de cámaras de 5 megapíxeles, la EasyShare C360 de Kodak se distingue por combinar facilidad de uso con buena calidad de imagen, a lo que suma opciones de configuración bastante amplias y efectivas.

A primera vista, esta cámara no se destaca demasiado del resto, debido a que su diseño es muy convencional y, digamos, poco atrevido. Sin embargo, al tomarla y utilizarla, resulta evidente que, más allá de la sobriedad, sus proporciones están muy bien cuidadas: la parte donde se agrupan los controles tiene un espesor mayor que el resto del cuerpo, lo que la hace muy cómoda de sostener. La operación también es confortable, gracias a la correcta disposición de los botones. La pantalla LCD que trae la cámara no decepciona. Tiene unas generosas 2 pulgadas (5 cm) de tamaño y, al ser bien brillante, permite ver las fotos incluso a la luz del día, situación en la que otros LCD palidecen de tristeza. Comparadas cara a cara, la pantalla de la C360 no es tan impresionante como la de la Sony DSC-T7, pero no por eso deja de ser buena. Para los que no se conforman con componer la imagen en la pantalla trasera LCD y prefieren apuntar mediante los visores tradicionales (viewfinder óptico), la Kodak C360 incluye uno. Lo bueno de esto es que se puede apagar el LCD y ahorrar algo de energía.

 

Fácil pero sofisticada

 

Si se fijan bien, verán que la EasyShare C360 incluye la palabra «fácil» en su nombre. El hecho es que realmente está diseñada para no presentar obstáculos al usuario poco (o nada) experimentado, así que si la eligen seducidos por esa palabra, no se sentirán engañados. Al contrario, estarán sacando fotos de buena calidad en pocos minutos. Los controles de la cámara son intuitivos (están siempre donde uno espera que estén), y la interfaz se puede configurar para que todas las opciones se presenten en castellano. Además, y como es usual en las cámaras de este segmento, dispone de configuraciones preestablecidas, listas para apuntar y tomar fotografías en distintas situaciones. En este caso son 18 modos, entre los que se encuentran: paisaje, nieve, playa, noche, texto y varios más. Uno de los más interesantes es el «burst» o «ráfaga», que, al presionar el botón de disparo, toma tres fotografías en sucesión rápida. Esto viene bien, aunque la C360 ya es muy rápida para tomar fotos en el modo normal. Entre que uno presiona el botón de disparo y el momento en que se efectiviza la toma, no hay mayor dilación.

Además de las configuraciones predefinidas, esta máquina de Kodak permite cierto control manual de algunos parámetros que los que tengan conocimientos de fotografía podrán apreciar, como balance de blanco y ajustes de ISO. Sin embargo, ocurre que, cada vez que se apaga la cámara, los cambios manuales de la configuración se pierden. En general, la calidad de las fotos es muy buena, incluso cuando se usa el zoom óptico 3x. Gracias al sistema EasyShare, la C360 se puede conectar directamente a una impresora de la marca Kodak y producir copias en papel sin necesidad de contar con una PC.


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