La alteración de la barda borró defensas naturales

NEUQUEN (AN).- Las obras de la nueva Legislatura y del Centro Administrativo Ministerial encaradas por el gobierno provincial se convirtieron en un dolor de cabeza para la comuna capitalina. Los emprendimientos no sólo comenzaron a realizarse sin autorización, en área de la barda que serían intangibles, sino que además los sedimentos que se desprenden de estos terrenos con las lluvias podrían llevar a un colapso del sistema de drenaje de la ciudad.

«Están construyendo ilegalmente porque en ningún momento el municipio les dio autorización», aseguró el subsecretario de Gestión Urbana del municipio, Aldo Babaglio. El funcionario explicó que ambas obras «no tienen planos presentados y por eso no tienen autorización» e indicó que tampoco se presentaron los estudios de impacto ambiental necesarios y por ello no se previeron las obras de contención que deberían haberse realizado con anterioridad a los movimientos de suelos.

La nueva Legislatura se está construyendo sobre la calle Leloir al 700, en tant que el Centro Ministerial se ubica sobre la avenida del Trabajador, a metros de Colón. En ambos casos los terrenos se emplazan sobre la barda, por lo cual los movimientos de suelo habrían tocado el talud de la barda.

El talud es la curva natural que existe entre la parte superior de las bardas y la planicie que da comienzo al valle. Este declive funciona como una contención natural de la velocidad a la que se desplazan los torrentes pluvioaluvionales como así también representa un punto de acumulación de sedimentos que, de lo contrario, son desplazados hacia el resto de la ciudad.

Durante las últimas tormentas el centro neuquino s cubrió de una densa capa de sedimentos arcillosos que se desprendieron de estas obras y que podrían llevar al colapso del sistema de drenaje capitalino. «Este barro se está metiendo en las alcantarilla, las colapsa y si esto continúa podría llevar a que se rompan las cañerías que evacuan las aguas de la ciudad», aseguró el subsecretario de Servicios Públicos de la comuna, Carlos Cides.

Desde la comuna se anticipó que durante la próxima semana se mantendrá un encuentro con funcionarios provinciales durante el que se les indicarán los requisitos que las obras deben cumplir. Aunque el daño ambiental ya estaría hecho y según Andrés Rabassa, geólogo máster en Gestión de Riesgo Ambiental y vocero de la Defensoría del Pueblo de la ciudad, «ambas obras se están construyendo en sectores del talud de la barda establecidos como intangibles en la Carta Orgánica, por lo que a pesar de que haya un estudio de impacto ambiental no se puede tocar la estructura de la barda».

Rabassa explicó que la modificación del pie de la barda genera siempre un perjuicio en el ambiente humano y cultural ya que puede derivar en la desaparición de un patrimonio histórico como es la barda. «Al cortarse el talud el suelo pierde poder de absorción del agua de lluvia, se desplaza más rápidamente al no absorberse y genera un arrastre importante de sedimentos».

«Los sedimentos saturan la capa de decantación que tienen las alcantarillas y el agua comienza a entrar llevando mucha suciedad», explicó Cides.