La angosta 22 y los pozos en el Gualicho

Los camioneros son palabra autorizada a la hora de evaluar las rutas. Y todos coinciden en que las de la región no están en el mejor estado.

Las críticas se centran en lo estrecha que resulta la ruta 22 cuando el tránsito aumenta durante el verano en el Alto Valle, y los pozos que presentan las rutas 2 y 250 en el Valle Medio.

«En este tramo de la 22, hay que andar con muchísimo cuidado. En esta época del año se juntan los turistas que muchas veces viajan a mucha velocidad y los camiones de porte mediano que llevan bins y que circulan a 40 o 50 kilómetros por hora», indicó Hugo Fontana.

«Si le agregaran dos carriles más, la situación se descomprimiría», aventuró.

Alfredo hace 16 años que es camionero y es de Fernández Oro. Los viajes los realiza generalmente al puerto de San Antonio, por lo que la ruta la conoce a la perfección.

«Es increíble que todavía estén los ocho guardaganados en el tramo de la 250, porque los campos ya fueron alambrados. Además de no tener sentido, con el camión cargado con fruta tenés que frenar a cero. Es que se corre el riesgo de golpear la fruta o de romper una cubierta», dijo.

Además agregó: «¿Sabés el peligro que es para un tipo que viene en un auto, encontrarse que en el mismo sentido un camión cruza un guardaganado a paso de hombre?».

Gustavo, su compañero de ruta cipoleño, contó que hace unos meses «llegamos a uno de los guardaganado al que se le habían soltado dos fierros. Por suerte los vimos, pero podés romper una cubierta o hasta tener un accidente. Cuando pasamos por la caminera de San Antonio hicimos la denuncia. En el viaje de vuelta, ya lo habían arreglado».

Pero no es el único inconveniente que por estos días presenta la ruta.

Nota asociada: Los camioneros sufren la falta de paradores con baños y sombra en el Alto Valle

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