La apasionante aventura está en marcha

La primera etapa tuvo sus complicaciones por el tiempo. Hoy los participantes irán hasta Puyehue y La Angostura.

BARILOCHE- Los autos antiguos comenzaron a transitar por los pintorescos caminos de la región cordillerana de Río Negro. La cuarta edición de las Mil Millas Sport de la República Argentina ya está en marcha y ayer se corrió la primera etapa, que unió Bariloche con Esquel.

Los fanáticos de los fierros debieron madrugar para comenzar a vivir esta fiesta, pero nada les importó y por eso respondieron al pie de la letra. La competencia dio inicio puntualmente a las 7.30 y a pesar del fuerte viente, una gran cantidad de público estuvo en el Centro Cívico para esperar a los protagonistas. Los mismos partieron desde el hotel Llao-Llao y llegaron al lugar mencionado, donde estaba emplazada la rampa de largada. Allí realizaron un reagrupamiento de varios minutos en el cual los «fierreros» aprovecharon para dialogar con los pilotos.

Como ocurre en cada carrera en la que participa, Gabriel Raies generó un «revuelo» al momento de hacer su aparición, ya que muchos chicos y adultos se acercaron a su Ford Mustang 1969 para saludarlo.

También con mucha expectativa se esperó la presencia de Juan Manuelito Fangio quien indicó que «es maravilloso estar en un lugar con paisajes tan hermosos. Además para mi es especial por el significado que tuvo esta carrera para mi tío. Es algo así como una cuota pendiente».

Uno que tuvo que cambiar de auto a último momento fue el conocido «Pancho» Dotto, quien con su atractiva navegante Carolina Peleritti inició la competencia con un Porsche de 1974.

Los primeros en largar fueron los argentinos Vukojicic y Sielecki, y el uruguayo Mieres. A las 10.30 se realizó una parada en la localidad de El Hoyo y al mediodía almorzaron en Esquel. En el viaje de retorno, la carrera se detuvo en El Bolsón cerca de las 16.30 y al atardecer la prueba arribó a Bariloche.

Hasta el cierre de esta edición, Cané y Galiani encabezaban la competencia realizando excelentes tiempos a pesar de una falla eléctrica que fue facilmente reparada. La dupla italiana, con su Honda S 800 de 1966, cumplió con el objetivo de comenzar a construir una nueva victoria en este evento.

Algunas complicaciones derivadas del mal tiempo, pusieron a prueba a los participantes.

De hecho, el auto «1» conducido por la dupla Vukojicic-Bianchi fue el primero en abandonar.

Hoy irá la segunda etapa que se iniciará en el hotel Llao Llao a las 7.30 y pasará por Confluencia, Traful, Paso Cardenal Samoré, Termas de Puyehue y Villa La Angostura, retornando a Bariloche.

Casi lo aplastó un acoplado en plena curva

Un susto mayúsculo se llevaron se llevaron los tripulantes de tres autos que participan de la cuarta edición de las Millas Millas Sport de la República Argentina. Tuvieron un contratiempo, que pudieron salvarlo, pero con mucha suerte y seguro que al final de la carrera lo recordarán como una anécdota más.

Resulta que transitando una curva en la bajada del Foyel estaba un enorme camión con acoplado, cuando pasaban por el lugar tres autos que compiten en las Mil Millas.

De repente el vehículo volcó y uno de los autos, por la pericia del piloto, pudo encontrar un hueco que iba quedando entre el acoplado y el guard-raid existente en el lugar.

Pudo haber sido una tragedia, pero quedó en una anécdota más.

Raies fue una de las atracciones y habló mucho

«Estoy acá para correr la primera etapa de las Mil Millas. Me vio todo el mundo, lo único que falta es que algunos mediocres empiecen a ver fantasmas otra vez y piensen que vine a hacer la hoja de ruta del Gran Premio de Turismo». Con una sonrisa, el cordobés Gabriel Raies recibió a «Río Negro» minutos antes de convertirse en uno de los protagonistas más destacados que tuvo la primera etapa de la cuarta edición de las Mil Millas Sport.

Y siguió con su monólogo. «Quizás el 'Chirola' (por Wálter Suriani) se piense que vine a recorrer los caminos con este Ford Mustang o que tengo escondido en Mitsubishi Evo. V. Qué lindos caminos que tienen, son tan atractivos y exigentes como los de Córdoba. En una de esas, me ven acá con mi hermano y José María Volta (un experimentado navegante) y se imaginan lo peor», apuntó el cordobés.

Destacó que «me gustaría correr el Gran Premio de Turismo, pero antes tendría que arreglar algunas cosas. Aclaren que estoy corriendo las Mil Millas, porque en una de esas la Comisión de Pilotos de rally ve fantasmas donde no los hay».


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