La atención de la salud está lejos para los vecinos de Valle Verde

Las carencias en el centro son enormes

VALLE VERDE (ACA).- Los pobladores del paraje Valle Verde, ubicado a unos 50 kilómetros de Catriel, tienen prácticamente vedado el acceso a la salud.

En el lugar sólo hay un centro que cuenta con una sola persona a disposición las 24 horas y no tiene agua potable. Pero también carece de teléfono y de movilidad. La enfermera usa su celular particular (no le dan tarjeta prepaga ni le pagan el crédito por las llamadas realizadas).

La señal de celulares es discontinua y pobre. El lugar estuvo sin calefacción todo el año 2007 y este año aún están los calefactores desarmados para limpiarlos, dado que no han enviado al técnico. El centro carece de elementos para urgencias tales como una tabla inmovilizadora y kit férula inflable.

Para quienes viven en el paraje Valle Verde -presunta reserva productiva para cuando se termine el petróleo- enfermarse es una prueba de fe ya que los medios terrenales están vedados para estos pobladores.

El paraje donde viven productores agrícolas está ubicado a 50 kilómetros de Catriel. Se llega allí por una ruta destruida que Viarse prometió arreglar, pero transcurrido un año aún no cumplió su compromiso. La única forma de llegar es en vehículos particulares, dado que no hay medios de transporte y los taxis, según cuentan los vecinos, cobran no menos de 150 pesos y aún así, no todos están dispuestos a ir.

El caso paradigmático que define claramente las condiciones de aislamiento en que viven los pobladores rurales, fue el del vecino que hace aproximadamente un mes tuvo un accidente, quedando bajo la rueda de su tractor. Los vecinos buscaron un lugar donde hubiera señal de celular y llamaron dos veces a la ambulancia que finalmente nunca salió del hospital. El accidentado, tal como publicó este medio oportunamente, debió ser trasladado en una camioneta, sentado con el cinturón de seguridad sobre sus cuatro costillas quebradas, sufriendo un horrendo dolor hasta llegar al hospital. En el nosocomio lo atendieron y además de las fracturas mencionadas tenía un pulmón perforado. La deducción por sentido común es que si no hubiera habido una camioneta solidaria, el hombre hubiera perdido la vida en el campo.

Días atrás se generó una fuerte polémica cuando este diario publicó algunas falencias en la escuela del lugar. La respuesta de la subdelegada de Educación no fue para llevar tranquilidad y anunciar la mejora de servicios, sino para advertir que podrían tomar decisiones drásticas para el establecimiento en el 2009 pues la matrícula es muy baja. El Consejo-advertencia de la funcionaria era que no trasladaran a los chicos accidentados en vehículos particulares, sino que los lleven al centro de salud del lugar, casualmente el mismo donde sobran las carencias.


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