La basura acumulada causó un caos en Neuquén

NEUQUEN (AN).- La basura desbordó ayer las calles de la ciudad y obligó al municipio a poner en marcha un plan de emergencia que no alcanzó a cubrir a todos los barrios. Las medidas de fuerza de los recolectores tomaron por sorpresa a las autoridades locales que no esperaban que desde Neuquén se adhiriera al conflicto que jaquea a Buenos Aires.

La noticia de la conciliación obligatoria alivió las tensiones en la municipalidad, que no obstante resolvió mantener «por las dudas» el servicio alternativo.

La ciudad fue un caos por un día con las bolsas de basura desparramadas por los perros y los gatos callejeros. La suciedad y la falta de higiene se apoderó de los sectores adonde no pudo llegar la municipalidad con sus camiones y disparó reclamos en mansalva de los vecinos.

Se estima que de las 200 toneladas que esta ciudad genera diariamente, prácticamente la mitad no fue retirada de los cestos.

Con su estilo directo, el intendente Horacio Quiroga salió a pedir a los neuquinos colaboración al mismo tiempo que denostaba contra «la ridiculez de la medida» y afirmaba que la protesta «no tiene explicación racional» por la sencilla razón de que el servicio en Neuquén no está cuestionado. «Cliba viene cumpliendo regularmente con muy buen nivel de aceptación en la población y con el cumplimiento estricto de nuestras obligaciones de pago al prestador», puntualizó especialmente el funcionario.

«La empresa está al día con los sueldos del personal, el lunes pagó el aguinaldo y preveía abonar un premio a quienes trabajaran los días de fiesta, además de las horas extras al 100% y dar los francos compensatorios», agregó un funcionario del gabinete de Quiroga.

Los recolectores lanzaron el paro a las cero del miércoles a pedido del líder de la CGT, Hugo Moyano, en solidaridad a los trabajadores de Buenos Aires que exigen una doble indemnización pese a que las nuevas concesiona

rias les garantizan la continuidad de todos los beneficios.

El programa de emergencia dispuesto por la subsecretaría de Medio Ambiente consistió en sacar a la calle camiones y personal municipal, y distribuir una red de contenedores en distintos sectores urbanos de la capital. Alcanzó a los barrios Gregorio Alvarez, Melipal, Fonavi, Terrazas de Neuquén, Villa Ceferino, Valentina Sur, Rincón de Emilio, Provincias Unidas, Sapere, Confluencia Rural y Urbana, Bouquet Roldán, Don Bosco II y III, Belgrano y la zona del balneario municipal. Los contenedores fueron colocados en el área norte (Gamma, Alta Barda, 14 de Octubre, Patagonia, Copol, Mercantiles, Salud Pública), y en Carnaghi, TCI, San Martín, 126 Viviendas, Jardín, Rincón de Emilio, Fonavi, Club Alemán y Coviseg.

La capacidad operativa de los 12 camiones municipales quedó ampliamente superada por la demanda, debido a que el número de vehículos habilitados fue inferior a la que dispone Cliba y a causa de que las unidades carecen de prensas que duplican la capacidad de almacenaje.

«En este país todo funciona bajo el régimen de la extorsión», se quejó Quiroga, enojado por heredar un conflicto impensado para Neuquén. La tranquilidad llegó por la tarde luego de que Moyano aceptó la intervención del ministerio de Trabajo por el lapso de diez días.