La bisnieta, emocionada y agradecida

Claudia Sueiro Jacobacci no oculta la emoción que le provoca caminar por la casa que habitó su bisabuelo. “El era muy tenaz. En el kilómetro 390 (de la construcción del tendido del ferrocarril) le dijeron que se paralizaba la obra, y como tenía hechos los terraplenes hasta el Km 448, con lo poco que le quedaba terminó las vías hasta allí. El pueblo ubicado en ese kilómetro hoy se llama Ingeniero Jacobacci en su honor”, rememora.

Claudia es nieta de Alfredo, el cuarto hijo del profesional. Su abuelo llegó junto a sus hermanos Ernestina, Juan y Jaime y su esposa cuando en 1908 llegaron para construir el ferrocarril.

“Mi abuelo murió en 1998. Pero siempre dijo que éste era su lugar en el mundo. Nunca pudo regresar a San Antonio. Por eso me emociona estar aquí”, relató la mujer. A las anécdotas se suman en su recuerdo las travesuras que le narraba su “nonino”, como le decía a Alfredo.

“Como –dijo– era el más chico de los hermanos, siempre lo cargaban mucho. Llegó a los 5 años a San Antonio, y se quedó hasta los 10 u 11. Me contaba acerca de los cangrejos que juntaban en la playa. Me siento agradecida y me enorgullece que mi familia sea recordada de esta manera”.


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