La búsqueda del kayakista en Bariloche lleva 12 días de incertidumbre
En la Prefectura creen que son muy bajas las posibilidades de que esté con vida.
Mirta Nicolás es la madre de Andrés Quinteros y anhela por encontrar el cuerpo de su hijo, que desapareció hace una semana en el lago Moreno de Bariloche. (foto Gentileza)
Dos embarcaciones y una moto de agua de Prefectura volvieron a rastrillar este sábado el lago Moreno sin encontrar indicio alguno de Andrés Quinteros, el joven que está desaparecido desde el miércoles 9, cuando zozobró el kayak en el que navegaba junto a un amigo, quien logró salvar su vida.
Las posibilidades de supervivencia del kayakista ya quedaron casi descartadas y la búsqueda está orientada a dar con el cuerpo, que podría estar sumergido a una profundidad de más de 100 metros.
El jefe de Prefectura Bariloche, Miguel Curual, dijo que cumplieron con la jornada 11 del operativo, sin ningún resultado positivo.
Señaló que mantienen el plan de búsqueda como un acompañamiento a los familiares de Quinteros, que día a día se presentan en la playa del Viento para seguir la actividad.
Según Curual, Prefectura sigue con la tarea encomendada y cualquier decisión de suspender el rastreo debe ser tomada por la fiscalía actuante.
Dijo que el área de búsqueda es un corredor de casi 5 kilómetros entre el puente del lago y la playa del Viento, por un ancho de casi 3 kilómetros.
Señaló que los buzos ya suspendieron su trabajo y la tarea se limita al rastrillaje superficial y el empleo de ecosondas que pueden revisar las profundidades del lago, hasta 90 metros.
Durante la semana también hubo dos operativos con helicópteros del Plan Nacional de Manejo del Fuego, coordinados por Protección Civil del municipio, pero no aportaron ninguna información de utilidad.
Curual dijo que ese tipo de búsquedas se amplían en forma radial desde el lugar preciso en donde el kayak se dio vuelta y a medida que pasan los días evalúan los posibles sitios de depósito del cuerpo en función de los vientos y corrientes.
Quinteros había salido a navegar y pescar con su amigo Marcelo Vera, en una tarde de fuerte viento, y cuando sufrieron una vuelta de campana intentó llegar a nado a la costa, pero nunca más apareció. Vera se aferró a la embarcación y fue rescatado minutos después con un fuerte cuadro de hipotermia, pero logró recuperarse.
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