“La carta que no podrás leer”

Comencé a escribirte intentando que el dolor no me ganara. Una amiga me llamó para que le comentara algo de vos… me cuesta explicar que “fuiste” un coloso del basquetbol. Es difícil, muy difícil, hablar de vos, “Teti” (Vicente Scuadroni), en tiempo pasado. No hay caso: la mochila es grande y muy pesada. Ya pasó más de un mes y aún no lo puedo creer. Nadie convivió con “el popular Vicente” tanto como yo en los últimos cinco años, en mi negocio o en el tuyo, viajes extremadamente agotadores, noches de hotel en cualquier lugar del país, la intimidad de la habitación, mesa de luz de por medio; charlas infinitas, chocolates y Coca-Cola, sueños de campeón, tus comentarios de pibe de barrio, la inocencia de un grande con alma de niño que sabía nerviosos a los rivales cuando lo veían llegar… cómo olvidar todo eso, si hasta irradiás ternura poniendo cara de malo. Todos sabemos que tenés un corazón “así” de grande, sólo asustás a la gente con la “naranja” en las manos. ¿Te acordás de los paseos por Buenos Aires, de la noche de Santa Fe, de los juegos de pool en Rosario? Éramos refelices, los almuerzos y las cenas en el Cervantes… pensar que casi me boxeo con los tacheros de Retiro porque no te querían llevar, parece que en ese viaje no te habías bañado, ja, ja, ja. ¡Uh! ¿Y de la parrilla de Concordia, allá en Entre Ríos? Pleno invierno y nosotros de remerita, qué manera de comer, mi viejo. Amigo del alma, sos un caballero con todas las letras, servicial, honesto, humilde y generoso, de lejos siempre el mejor jugador del equipo, mas nunca lo hiciste notar, un verdadero ídolo, dueño de todas las estadísticas de la liga nacional. Montado en tu corcel de acero con ruedas la remaste tanto que te convertiste en el más grande de los basquetbolistas que conozco. Sos quien ilusiona a la gente cada vez que el balón te llega, capaz de cualquier proeza, y ante cualquier rival siempre tenés algo más para entregar. Junto a esa fantástica banda de locos, “los guapos de sur”, “los guerreros del Valle”, supieron ganarse mi admiración y desde allí puedo contarle al mundo, 94.7 mediante, la alegría que me provoca seguir a Cripal. Vicente, pensar que gracias a vos inundé mi garganta de gol, experimenté “tardes de gloria” transmitiendo “en vivo y en directo”, en cada cancha, desde cualquier rincón de nuestro bendito país, llevando las alternativas de los partidos. Junto a esos gladiadores de la vida lograron que llenara hojas de alegrías y tristezas, viví emociones a raudales siempre cerca de ustedes. Sos el espejo donde uno debe mirarse y mi único objetivo es ése: que la gente los “reconozca”; son sin dudas un verdadero ejemplo para nuestra sociedad, deportistas en su máxima expresión, una clara demostración de que a pesar de todo siempre se puede y vos, el abanderado de todo ello. Te cuento que hoy me llamaron desde el Concejo Deliberante para que les avisara a tus hijos que tenían que ir a recibir la ordenanza donde dice que en tu homenaje desde hoy y para siempre el gimnasio Nº 2 del poli llevará tu nombre. Dejá, dejá, no me debés nada, fue una gauchada que le pedí a Silvio Paz, mucho diste por el deporte adaptado así que te lo ganaste con creces. Nos emocionamos muchísimo cuando Valeria lo recibió (lo invité al abuelo, creí que el rey Juan Carlos debía estar). Mirá, yo sé que nada volverá a ser como antes, pero no voy a abandonar. Lo sabés: así soy, así somos. Pelusa, María Alejandra y Gerardo ya me lo hicieron saber, me van a seguir apoyando porque “así es la radio”, comprometida hasta las muelas con el deporte local, zonal y regional. El equipo deportivo de la radio, “Slogan deportes” y el staff completo acompañará a tus amigos estén donde estén, al igual que muchos medios amigos que siempre están atentos a lo que sucede con el conjunto patagónico. No sé cuánto tiempo falta para el reencuentro, pero dale, sumate, seguinos, mirá que a través de la web llegamos a todo el mundo. Comprenderás que me cuesta seguir, ya me voy despidiendo. Disculpá si distraje tu atención por un par de minutos, pero quería que supieras que te tengo tan presente como siempre. Algún día, espero que bien lejano… seguro nos volveremos a encontrar. Mientras tanto, vos recorré el planeta en una blanca y mullida nube de la mano de los ángeles, que yo aquí seguiré mi camino junto al deporte de la ciudad y su comarca, aunque también –como siempre– cruzando los dedos por mi Olimpo querido. Hasta cuando sea, “Teti”, un abrazo grande. Te quiero mucho y te extraño. Tu amigo, el negro Santiago Santiago García, DNI 16.968.662 – Villa Regina

Santiago García, DNI 16.968.662 – Villa Regina