La causa se quedó sin juez

NEUQUEN (AN).- Apenas iniciada, la causa por presunto enriquecimiento ilícito contra el ministro Luis Manganaro ya se quedó sin juez. Hasta ayer el expediente estuvo en poder de Héctor Rimaro, quien se declaró incompetente para intervenir y se la pasó a su colega Pedro Telleriarte. Pero como este magistrado fue hasta julio pasado fiscal anticorrupción, e intervino en la investigación de los bienes de Manganaro, también se excusará de tramitarla.

Manganaro se presentó ayer espontáneamente ante el juez Rimaro, según se informó a través del boletín de prensa de la Gobernación. Le entregó un escrito para hacerle saber que está a su disposición y que puede llamarlo todas las veces que lo necesite «para lograr el inmediato esclarecimiento de los hechos».

También pidió que se investiguen «todas las falsedades que se han dicho en mi contra», y volvió a criticar al diario «Río Negro».

La causa penal irá a sorteo. La Cámara Criminal de turno decidirá a qué magistrado le tocará intervenir, aunque algún otro puede excusarse si cree que tiene motivos para no llevar adelante una investigación contra el ministro y ex presidente del Banco Provincia de Neuquén.

De acuerdo con el boletín de prensa, Manganaro afirmó que «esta nueva mediatización de falsedades se circunscribe a una evidente, infundada e imprudente campaña de persecución y desprestigio a funcionarios de este gobierno por parte de un sector político y sindical minoritario, junto al grupo económico diario Río Negro».

Expresó que «se defenderá de este nuevo avasallamiento de Julio Rajneri con la fortaleza intelectual y espiritual que me da la tranquilidad de conciencia y la transparencia de mi proceder».

Manganaro, ratificado ayer en el cargo por el gobernador Sobisch, afirmó que «el único error que parece he cometido es haber hecho pública una causa penal que involucra al millonario rionegrino en la adquisición indebida de tierras fiscales de esa provincia y ahora me contesta con mentiras». «Una vez más, se demostrará en el ámbito judicial competente la falsedad de las manifestaciones vertidas», concluyó.

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