La clausura de Camaronera dejó preocupación

SAN ANTONIO OESTE- La clausura preventiva de Camaronera Patagónica, la principal empresa pesquera rionegrina, cayó como un balde de agua fría en el ámbito pesquero y político de esta localidad. El intendente municipal, Adrián Casadei fue el más optimista de los consultados por este medio. «Esto era previsible ya que fue muy forzada la firma del acta acuerdo. Creo que Camaronera se va a quedar en la ciudad aunque va a tener que cambiar su política pesquera y su estructura interna. Tiene todo el apoyo del gobierno comunal y provincial», expresó.

Por su parte, el legislador Alfredo Lassalle manifestó su «total preocupación por la clausura. Cualquiera que haya estado estos días en el Municipio hubiera visto el desfile incesante de trabajadores que hoy no tienen asegurada una fuente laboral». Acerca de la permanencia o no de la empresa en esta localidad Lassalle dijo que «según trascendidos, hay algunos movimientos por parte de la empresa que no son buenos, como por ejemplo que habrían llevado toda la flota de camiones».

Alejandro Yarza, titular de Río Negro Pesquera, reclamó medidas claras al gobierno provincial. «Las empresas no pueden subsistir con un solo barco, porque trabajan solamente dos días a la semana. Debe haber una redistribución de la torta», sostuvo.

Tal redistribución podría significar el fin de Camaronera que hoy cuenta con la mayor parte de los permisos de pesca, lo que le permite tener 7 barcos en operación, mientras las otras cuatro solamente tienen uno cada una. Al respecto Yarza opinó que «más allá de la clausura de esa empresa, esto que ocurrió es la punta de la crisis que vive el sector pesquero. Tiene que ser un alerta para el gobierno y la sociedad. No hay acompañamiento como ocurre con la fruta. Hasta los fondos federales que vienen por coparticipación pesquera no vuelven al sector», reclamó el ex director del Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni.

En tanto, el titular de Marítima San José y ex directivo de Camaronera Patagónica, Raúl Rubín, expresó que «desconocemos claramente los motivos por los cuales fue clausurada. No obstante, opinamos que el cierre de una empresa en las condiciones lamentables en que está el país, la provincia, el pueblo y el sector pesquero en particular, debería evitarse. Habría que llegar a soluciones para las distintas partes».

«No hay empresa que se pueda alegrar porque un colega cierre. Para el sector el futuro es difícil porque al mercado europeo no podemos llegar por nuestros altos costos y el mercado interno está caído por sobreoferta o por falta de demanda. En la medida en que los impuestos aumentan, los servicios no bajan, se vende menos. No hay una política global que le permita a ninguna empresa afrontar con éxito la solución al problema actual».

Acerca de los nuevos convenios colectivos de trabajo que se están proponiendo para los distintos grupos de empleados de las empresas pesqueras, Rubín sostuvo que «un empresario serio debe tener todas las relaciones laborales regularizadas. Pero deben darse los mecanismos para que así sea».