La comuna neuquina cada día recauda menos

NEUQUEN .- Los recursos propios de la municipalidad disminuyen día a día y están solamente sostenidos por la presión tributaria que se ejerce sobre los grandes establecimientos comerciales, financieros y de servicios a la industria petrolera. La participación de los vecinos en la recaudación disminuyó en los primeros siete meses de este año respecto de 1998, y solamente se registraron aumentos en los ingresos por licencia comercial y tasa de cementerio.

La patente de rodados es el gravamen que mayor caída registró respecto del año pasado -un 4,63 por ciento- aunque se mantuvo por sobre los márgenes obtenidos durante los dos primeros años de la gestión del intendente Luis Chito Jalil. La merma global es de apenas el 1,6 por ciento -alrededor de 200 mil pesos-.

El jefe comunal atribuyó la caída en la recaudación a «varios elementos que conspiraron». Mencionó la retracción de la gente para pagar -hay unos 30 mil morosos que deben ser intimados antes que prescriba su deuda-; los conflictos sociales protagonizados por los empleados públicos en los meses recientes y la existencia de «grandes deudores» con las arcas municipales, como es el caso de la concesionaria del servicio de colectivos, la empresa Indalo.

Las cámaras de comerciantes critican la existencia de una economía informal que evade -en una porción del 40 por ciento- el pago de los tributos municipales sin que se verifiquen inspecciones ni sanciones.

De acuerdo con las estimaciones de los técnicos municipales, la disminución de ingresos puede proyectarse como un desfinanciamiento de la comuna, que gastó «más de lo previsto» durante las lluvias del otoño y comienzos del invierno.

Jalil recordó que en esa oportunidad «hubo que aumentar las horas extras» de los empleados para cubrir las consecuencias del fenómeno.

En cuanto a la recaudación, dijo que la patente de rodados -que cayó de 8,7 millones de pesos entre enero y julio de 1998 a 8,3 en igual período de 1999- obedeció en parte a la evasión habitual y al deterioro del parque automotor y «al cambio de criterios» para su cobro.

La «niña bonita» de la recaudación municipal es la tasa por licencia comercial cuyo esquema tarifario se renovó mediante un acuerdo posterior a discusiones con los empresarios y comerciantes. En este renglón hubo aumentos considerables en las denominadas «grandes superficies» -hiper y supermercados- y en las actividades calificadas como riesgosas por su componente contaminante -empresas de servicios a la industria petrolera- o por su rentabilidad -entidades bancarias y financieras y hoteles alojamiento por horas-.

La licencia comercial, que aumentó el 13,6 por ciento en los primeros seis meses de este año respecto del mismo período de 1998, contabilizó ingresos por 1,53 millones de pesos contra 1,34 millones.

El crecimiento en la recaudación de tasa por cementerios respondió exclusivamente a las intimaciones, de acuerdo con el informe de la cartera de Hacienda, a cargo de Máximo Domínguez.

Desde la asunción de Jalil, la recaudación fue en aumento.

En 1996 se produjo un repunte debido al dictado de una moratoria -en retributivos y patentes-.

Luego las cifras se estabilizaron y el año pasado hubo un salto en la recaudación por patentes. Paralelamente, el inicio de las operaciones de hipermercados en la ciudad marcó el crecimiento de la recaudación por licencia comercial.