La Copa rota

A Independiente no le quedaba otra que ganar y lo hacía hasta que en una desafortunada jugada Julián Velázquez marcó en contra y el mundo copero se le vino abajo. El empate con la Liga de Quito (1-1) lo deja con un pie y medio afuera y a Peñarol con los dos adentro. En la última fecha, el Rojo tendrá que ganar en Montevideo por ocho goles de diferencia y que, en Quito, empaten Liga y Godoy Cruz. El mejor argumento ofensivo de Independiente fue la velocidad de Patricio Rodríguez ante la marca del “pesado” Guagua. A los 18 minutos, Patito probó desde afuera y su tiro fuerte y rasante, se fue pegado al palo derecho del arquero de Liga, Alexander Domínguez. A los 22, una incursión profunda de Rodríguez terminó con la (in)habilitación a Leonel Núñez y un remate que tapó Domínguez, pero dando un rebota lo suficientemente largo como para que Leonel Galeano llegue y sea tocado en un pie por el propio arquero ecuatoriano. El árbitro Carlos Torres vio penal y Núñez lo transformó en gol. Empate y final En el complemento, a los cuatro minutos, Julián Velázquez cabeceó sin marcas, pero algo defectuoso y la pelota se fue cerca del palo derecho. Independiente manejaba la pelota ante una Liga desordenada, desconectada e imprecisa, pero la defensa Roja coqueteó demasiado con el offside, se tiró demasiado atrás y lo terminó pagando a los 12 minutos, cuando la Liga frizzó el Libertadores de América: Hernán Barcos peleó una pelota en la franja izquierda, envió un centro y la pelota se desvió en Velázquez. Un golazo de taco, pero en contra. Promediando la etapa, el Rojo se quedó sin Patito, quien había sido el mejor de su equipo. En su lugar ingresó Facundo Parra, que con apenas un minuto en cancha casi convierte el segundo de Independiente, pero su definición cruzada se fue apenas desviada. A los 33, lo tuvo Silvera, pero no. A los 39, lo tuvo Núñez y tampoco. El tiro dio en el palo. Fue empate y el final para Independiente. O casi.

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DyN