La Cruz Roja reduce su personal en Irak

El organismo humanitario informó que permanecerá en el convulsionado país, pero añadió que reducirá su personal, aquéllos de origen occidental, debido a la oleada de ataques terroristas. EE. UU. le ofreció al organismo seguridad especial, pero éste la rechazó porque teme ser identificado

GINEBRA (AFP) – El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) decidió permanecer en Irak pero «reducirá su personal internacional» en el país después del atentado contra su sede del pasado lunes, anunció ayer a la prensa el director de operaciones de la organización, Pierre Krahenbuhl El lunes, un atentado suicida con coche bomba contra la sede de la organización en Bagdad, dejó un saldo de 12 muertos y 22 heridos. Dos de los muertos trabajaban para el CICR.

«El CICR no está abandonando Irak», recalcó Krahenbuhl. «Estamos reduciendo el número de nuestro personal internacional y aumentando las medidas de seguridad para los trabajadores que permanezcan en Irak (…) No nos queda otra opción que adaptar nuestra forma de trabajar en el país», explicó.

Actualmente, el CICR tiene unos 30 trabajadores en Irak y más de 700 empleados locales La organización llegó al país a inicios de los años 80, sobre todo a partir de la guerra Irán-Irak (1980-88) Desde entonces y a diferencia de otras organizaciones internacionales nunca abandonó el país. Poco después, la Federación internacional de las sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (equivalente de la Cruz Roja en los países árabes) anunció que mantiene su presencia en Irak pero traslada de forma temporal su sede a Ammán «El mantenimiento de la presencia de algunos expatriados en Irak se decidirá según las necesidades de los programas de asistencia en curso y tras haberlo consultado con el CICR», explicó la organización El martes, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell pidió personalmente a los responsables del CICR que no retiren su personal expatriado del país porque significaría la victoria de los «terroristas». Powell reiteró su petición al presidente del CICR, Jakob Kellenberger, y llamó al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para discutir sobre la seguridad en Irak Según el portavoz del de

partamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, Powell subrayó ante Kellenberger y Annan que Estados Unidos está dispuesto a dar la máxima seguridad posible al CICR y a las diferentes agencias de la ONU en Irak.

Sin embargo, la portavoz del CICR, Antonella Notari, subrayó que el Comité actuaba «de forma independiente con respecto a otros actores internacionales presentes en Irak» y tomaría una decisión según sus propios criterios El CICR comenzó a disminuir el número de trabajadores extranjeros en Bagdad después de la muerte de un empleado de Sri Lanka el pasado julio durante un ataque contra un vehículo humanitario. La organización tenía en agosto unos 50 trabajadores extranjeros, pero tras los atentados contra la sede de la ONU redujo su personal extranjero en la capital a 14 expatriados y varias decenas de empleados locales Tras el atentado del pasado 19 de agosto contra su sede en Bagdad en el que murieron 22 personas, entre ellas su máximo representante en el país, el brasileño Sergio Vieira de Mello, la ONU también redujo notablemente el número de trabajadores extranjeros en el país. Antes del primer atentado contra la ONU, 650 extranjeros trabajaban para diversas agencias humanitarias de la organización. Tras el ataque, una buena parte fue evacuada .

BAGDAD (Reuters).- El número de soldados estadounidenses muertos en el Irak de la posguerra ya superó a los caídos durante la invasión, al anunciarse oficialmente el miércoles otras dos muertes en el norte de Bagdad El Pentágono dijo que los dos nuevos casos elevaron a 117 los soldados muertos desde que el presidente George W. Bush declarara el 1 de mayo el fin de los combates principales en Irak. La cifra de muertos durante la guerra, iniciada el 20 de marzo, fue de 115.

Las sombrías estadísticas –no hay cifras confiables disponibles para el gran número de iraquíes muertos en el conflicto– subrayan la magnitud de la resistencia a la que las fuerzas estadounidenses se han enfrentado desde el 1 de mayo. Los dos soldados muertos ayer en la noche eran de la Cuarta División de Infantería. Otro resultó herido en el ataque «Estamos todavía en guerra», dijo el coronel William Darley, portavoz del ejército estadounidense en Bagdad. El militar dijo que muchos de esos ataques a soldados fueron perpetrados por ex miembros de las fuerzas de seguridad de Saddam Hussein.

Sin embargo, oficiales norteamericanos han dicho que creen que extremistas extranjeros, en lugar de iraquíes, ejecutaron los atentados suicidas del lunes que causaron 35 muertos y 230 heridos, en el día más sangriento de la posguerra en Bagdad Muchos iraquíes han dicho que la ocupación estadounidense es la que ha exacerbado la resistencia nacionalista y atraído a militantes extranjeros que quieren lanzar una yihad, o guerra santa, contra las tropas de Estados Unidos.


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