La CTA presionó al gobierno por el desempleo

La Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) ratificó ayer su deseo de «discutir con el presidente» Fernando De la Rúa sobre la desocupación y advirtió que si no lo hace, «no estará cumpliendo con el mandato» que le otorgó la ciudadanía.

En su discurso de cierre de la «Marcha Grande por el Trabajo» frente al Congreso, el titular de la CTA Víctor De Gennaro le reclamó también a los legisladores que reglamenten la ley de consulta popular que hace seis años figura en la Constitución, porque «si ellos no se animan lo vamos a hacer nosotros con los sectores populares» amenazó.

La CTA culminó ayer su «Marcha Grande», una caminata de 15 días que unió Rosario con el Congreso destinada a lograr que el parlamento apruebe un Seguro de Empleo y Formación» de 380 pesos por mes para todos los jefes o jefas de hogar desocupados, más un salario familiar de 60 pesos por cada hijo.

Según la CTA, la iniciativa apunta a que «no quede en la Argentina un sólo hogar por debajo de la línea de pobreza». Del acto frente al Congreso participaron, docentes, estatales, judiciales bonaerenses, desocupados, amas de casa, las Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora), representantes de las APyMES, de la CGT disidente, de partidos políticos de la izquierda, discapacitados, artistas, artesanos y de derechos humanos.

Estuvieron presentes también representantes de las centrales obreras del Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile. La Plaza de los Dos Congresos reunió a miles de manifestantes que desde las primeras horas de la tarde se movilizaron por las principales arterias de la ciudad, para participar del acto de la CTA.

Los estatales enrolados en ATE y los docentes de Capital Federal (UTE) y del Gran Buenos Aires (SUTEBA) cumplieron ayer un paro de 24 horas, para permitir que sus afiliados participen de la protesta.

Según los organizadores, del acto participaron «más de 30 mil personas», en tanto fuentes de la Policía Federal dijeron que fueron entre «seis mil y siete mil», los manifestantes.

La marcha se inició el pasado 26 de julio en Rosario y en su recorrido de 300 kilómetros paso por una veintena de pueblos y ciudades.

La central sindical paralela a la CGT, intenta además reunir un millón de firmas para avalar su reclamo por el seguro de empleo y formación.

Según el propio De Gennaro hasta ahora llevan reunidas «más de 400 mil firmas» que recolectaron en los 15 días que duró la marcha. (DYN)

Moyano vs. De Gennaro

Entre Hugo Moyano y Víctor de Gennaro hay un abismo y ayer se reconfirmó. El primero salió sensiblemente debilitado luego de su última convocatoria frente al Congreso, donde abogó por no pagar la deuda externa. Ayer le dieron el golpe de gracia. Antiguos compañeros de ruta, entre ellos Gerardo Martínez del gremio de la construcción, decidieron abandonarlo y volver a las filas de la CGT oficial que hoy reeligirá a Rodolfo Daer.

El segundo, que ayer concluyó su «Marcha Grande» iniciada en Rosario semanas atrás, reivindicó el diálogo y el mecanismo del plebiscito, como medio para adoptar decisiones trascendentes, incluso en el plano gremial, entre ellas el mecanismo para la elección de sus dirigentes.

Un nuevo mapa sindical parece abrirse así en la Argentina. Por una parte la estructura tradicional, mayoritariamente peronista. Por la otra, las huestes del CTA, enroladas en la izquierda y con preponderancia en los sectores estatales que tratarán de consolidar su rol contestatario pero con estrategias menos petardistas. De Gennaro sabe que confrontar abiertamente con la CGT es pretender pisarle el pie a un elefante. Moyano no lo entendió así y creyó equivocadamente que le bastaba movilizar a algunos miles de recolectores de residuos, repartir viandas y algún incentivo de dinero bajo el rótulo de adherentes a su sindicato de camioneros para torcer la voluntad de propios y ajenos. (Infosic)