La Dama de Bollini, del arte al sabor

“Una vez se vio en el Pasaje Bollini un carruaje, último resabio de una gran fortuna, baja una dama distinguida de sombrero y mitones acompañada de su ama de llaves y entra en la humilde casita del Pasaje de los Cuchilleros”.

Algo así dice la leyenda que refiere al famoso pasaje y a La Dama de Bollini, que sentó sus reales en una casona que desde hace alrededor de 20 años se ha convertido en uno de los clásicos reductos porteños de la variante cultural, que ahora tal vez recale en la zona de Miami.

La cuenta Lionel Bollini, uno de los hijos de Cecilia Blanca Leoni de Hegi, que tiene entre sus antepasados a Azucena Blanca de Hegi, Duquesa de Winterthur, con un castillo en Suiza, por ejemplo.

Pero, según señala Lionel Bollini, “La familia nuestra es de Buenos Aires y heredó las propiedades que delimitan las actuales avenidas Santa Fe, Coronel Diaz, Pueyrredón y Las Heras, tierras bajas que se fueron fragmentando. Mi abuelo tenía una industria metalúrgica importante que se dedicaba a la fabricación de todo lo concerniente a tanques de guerra, la otra parte de la familia estaba en el tema telefonía y el tatarabuelo Bollini era un arquitecto que hizo el edificio del Consejo Deliberante de Buenos Aires y fue intendente de la ciudad”.

Lionel Bollini contó que esas tierras se lotearon y solo quedó algo para la familia, que también se extiende a los Bollini Roca. “La casona la instaló mi madre con su marido en donde estaba el corralón de Escalante y fondos de otras familias”.

Los Bollini son testigos de un pasaje que ha sido fuente de inspiración de diversos artistas, desde Jorge Luis Borges, que lo distinguió en su conocido poema “El Pasaje de los Cuchilleros, hasta convertirse en escenarios de filmes como “¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?” de Juan José Jusid y “Al Corazón” de Mario Sábato, entre otros. Borges pinta el clima, que aún puede respirarse “..la gente de aquel arrabal elegía ( nos cuentan) ésta cortada para los duelos a cuchillo…No había testigos, salvo, quizá, algún vigilante curioso que observaría y apreciaría las idas y venidas de los aceros. Un poncho haría de escudo en el brazo izquierdo; el puñal buscaría el vientre o el pecho del otro; si los duelistas eran diestros la contienda podría durar mucho tiempo”

La mezcla de mito y arte

Alrededor de l983 comenzaron en ese pasaje con dos cuadras de mitos y leyendas las actividades de La Dama de Bollini bajo la batuta de Cecilia Blanca Leoni de Hegi bajo la premisa del arte, “como para rememorar también la vocación de una tía pintora que murió”, acota Lionel Bollini. La actividad cultural comenzó con una exposición “múltiple” de 49 artistas plásticos apadrinada por un amigo de la familia, el otrora intendente de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, doctor Julio César Saguier y con artistas tales como Raúl Soldi, Raquel Forner, Antonio Chiavetti, Guillermo Roux y Lola Frexas, entre otros, “quedando patentado como creación nuestra, la exteriorización del arte argentino al gran público”, dijo la señora Leoni de Hegi con la idea de instalar “una apertura de conciencia entre el pintor y el ciudadano”.

Como galería, salón y Fundación los Bollini fueron haciendo del pasaje un obligado vehículo de esas aspiraciones hasta hoy

A criterio de Lionel Bollini el pasaje cambió su fisonomía con los tiempos, pasó de la bohemia al boom joven y nuevamente a la tranquilidad que una vez tuvieron esas veredas, ahora sólo transitadas por vecinos y fanáticos de la reconocida actividad que allí se celebra.

Frente a la casona está el museo de arte precolombino de Nicolás García Uriburu, también cerca tiene Aldo Sessa su museo y el estudio de fotografía, el cineasta Alex Sessa es otro de los vecinos.

“La Dama de Bollini se instaló como una entidad cultural con la idea de mi madre de sacar la plástica de su ambiente tradicional y ahora lo seguimos nosotros con mi hermano Alex y seguramente seguirán con la idea nuestros hijos”, asegura Lionel frente al desafío de haber recorrido alrededor de 20 años con el proyecto.

Un clásico adaptado

“Buscamos una respuesta a las necesidades de la gente”, dicen los Bollini. Según parece las necesidades son muchas y La Dama… propone muchas atracciones considerando que “ las modas se repiten, pero siempre con una visión de la generación que las toma, ahora está la onda de los 70 mezclada con toda la técnica de la computación”.

La idea del lugar tiene un enfoque realmente visual, según sostienen, es como tener el comando de un televisor y recrear varios programas a lo largo de la semana y, en todo caso, los clientes se instalan en uno, según sus gustos.

La gastronomía completa con total informalidad las propuestas. Se pueden saborear escalopes de lomo con papas a la crema, pollo, unos canelones de espinaca perfectos que son receta de familia desde siempre y están los acostumbrados espaguettis , todo bajo precios accesibles y buenos vinos, sin descontar tragos y champagne.

El cartel de atracciones semanales es múltiple, estuvo la muestra aniversario del taller de plástica de Delia Cordone de Parera, se dan clases de danza afroamericana con la profesora Cidinha Fursan, se enseña y se practica tango los días miércoles, se hacen talleres de pintura,y la moda de las danzas irlandesas con la profesora Patricia Cryan es lo más flamante, esto viene acompañado de folk irlandés con un grupo de especialistas.

También hay espectáculos de cuentos en inglés con gente del Herald o un clásico en la vecina Fundación Bollini (que interrelaciona su actividad con La Dama) como es la narradora Ana Padovani o Leonor Arditti, porque como destacan sus responsables, “los cuentos son furor.”

No todo queda allí, los jueves de baila bajo un criterio de disco selectivo, para gente grande, generalmente amigos que se dan cita para todos los ritmos bajo la tutela de un portero conocedor de clientes como el ex ministro Gallo y su mujer, García Uriburu, Gasalla ( que vive cerca), y, entre otros, el arquitecto Otero, autor de un original mapa de la Argentina, fragmentado y sostenido con alfileres de gancho que pende en el local.

El receso de verano hace que los viernes de presente El Tigre un notable “milonguero” elegido por Alan Parker para su Evita con Madonna y también, los viernes, un destacado conjunto brasilero con temas de hoy y de siempre. Es decir, la cultura en todas sus formas.

Julio Pagani

De aquí al mundo

“La idea de La Dama de Bollini es globalizarse como hacen las empresas”, comentaron sus responsables; para eso Cecilia Leoni de Hegi ya se instaló en un exclusivo lugar de Miami y piensa llevar a La Dama y su Fundación a esos lares, ya sea en Miami o Fort Lauderdale a partir del movimiento artístico que tiene a Estados Unidos como gran centro.

“Miami la capital de Sudamérica” en ese sentido, porque “ el mercado de arte argentino lamentablemente no existe, yo se lo que le costó a Ruth Benzacar mantener su galería”, sostiene Lionel Bollini que tiene un master en arte latinoamericano y considera que “del ciento por ciento del mercado de arte que se mueve a nivel mundial el 99 porciento se ubica en Estados Unidos y Europa y solo el resto en Latinoamérica” con un porcentaje importante de ese resto para México ( y sus reconocidos artistas), algo para Uruguay con Torres García y mejor para Brasil y Chile.

Sin embargo reconoce que Buenos Aires sigue siendo una de las grandes ciudades de la región y los vaivenes del arte pueden tener un cambio. Pero los desafíos han tentado siempre a los Bollini que quieren poner la cuota de tradición porteña en la Florida con toda su oferta.

Mientras tanto en Buenos Aires la Fundación Bollini ya lanzó su Séptimo Encuentro con pintores, dibujantes y fotógrafos para todo el país con un premio mayor de 2.000 pesos y selección de un jurado prestigioso. Por su parte la casona de la Dama de Bollini sigue siendo ese reducto con paredes con juntas de barro de l890, techos de bovedilla, pisos de reluciente pinotea, rejas e infinidad de posters de ballet y tango iluminados por dicroicas y lámparas de estilo.

Nada hace perder la armonía del lugar y el clima acogedor, que muchos clientes del interior también conocen. Como dijo Borges: “ sea lo que fuere, es grato estar en esta casa, de noche, bajo los altos cielos rasos y saber que afuera están las casa bajas que aún quedan, los hoy ausentes conventillos y corralones y las tal vez apócrifas sombras de esa pobre mitología”