La defensa ataca la prueba de la servilleta
BUENOS AIRES (ABA).- Las barajas están sobre la mesa. Hoy empieza la etapa de indagatorias y testimonios por el contrabando de más de 3.400 kilos de cocaína ocultos en containers de manzanas, que según la fiscalía se habrían cargado en Allen y habrían pasado por la aduana de Villa Regina. La semana pasada se terminó de leer la acusación del Ministerio Público, según la cual el empacador de Allen Nelson Hinricksen, el empresario español Valentín Temes Coto y su secretario, Claudio Maidana, serían responsables del delito de “exportación de estupefacientes en grado de tentativa con fines de comercialización”. La hipótesis del fiscal instructor Emilio Gerberoff es que Temes Coto fue el principal ideólogo de la maniobra a partir de los contactos con su primo David Temes Arnosi, empresario de Vigo (España) y el mexicano Nicolás Rivera Gámez. Estos dos últimos habrían plasmado los detalles del contrabando en una servilleta cuyos rastros fueron agregados como prueba central en la investigación que se sigue en España. La fiscalía considera que los primos Temes trabajaban en función de Rivera Gámez, quien les habría encomendado uno de los containers (el incautado en el puerto de Santos, Brasil). Asimismo, apunta a la cita del nombre de pila de Hinricksen en esa servilleta y a la mención de Maidana en varias comunicaciones de este último. Pero en un escrito de 24 fojas la defensa de Temes Coto planteó ante la Audiencia Nacional de Madrid una denuncia por “falsedad de documento” respecto de la famosa servilleta. Allí se señala que la misma primero fue denunciada como escrita en un encuentro entre Temes Arnosi y Rivera el 19 de julio de 2010, pero luego se lo cambió por una fecha de junio, anterior al contrabando. El Grupo I Greco Galicia aseguró en su informe al juzgado de Vigo que la letra en la servilleta “reconstruida” corresponde a Temes Arnosi. Allí figuran las palabras “Nelson”, “Frutol”, “Barcelona”, “Vigo” y “600”. Al empresario le achacan también el intento de destrucción del documento. Pero según la defensa, una pericia habría descartado que el cuerpo de escritura pertenezca a Temes Arnosi o al propio Rivera Gámez. Además, agregan, los funcionarios que informaron de la reunión (entre el primo de Temes Coto y Rivera) declararon que “no encontraron nada significativo”. Para los letrados de Temes Arnosi se trata de un entramado policial que se suma a la denuncia presentada en su momento por Mariano Bergés, exdefensor de Temes Coto, contra el policía argentino Luis Gigena (dado de baja en una “purga” ordenada por la ministra Nilda Garré). Por su parte la fiscalía busca apoyarse también en pruebas como grabaciones de llamados telefónicos entre los implicados.
BUENOS AIRES (ABA).- Las barajas están sobre la mesa. Hoy empieza la etapa de indagatorias y testimonios por el contrabando de más de 3.400 kilos de cocaína ocultos en containers de manzanas, que según la fiscalía se habrían cargado en Allen y habrían pasado por la aduana de Villa Regina. La semana pasada se terminó de leer la acusación del Ministerio Público, según la cual el empacador de Allen Nelson Hinricksen, el empresario español Valentín Temes Coto y su secretario, Claudio Maidana, serían responsables del delito de “exportación de estupefacientes en grado de tentativa con fines de comercialización”. La hipótesis del fiscal instructor Emilio Gerberoff es que Temes Coto fue el principal ideólogo de la maniobra a partir de los contactos con su primo David Temes Arnosi, empresario de Vigo (España) y el mexicano Nicolás Rivera Gámez. Estos dos últimos habrían plasmado los detalles del contrabando en una servilleta cuyos rastros fueron agregados como prueba central en la investigación que se sigue en España. La fiscalía considera que los primos Temes trabajaban en función de Rivera Gámez, quien les habría encomendado uno de los containers (el incautado en el puerto de Santos, Brasil). Asimismo, apunta a la cita del nombre de pila de Hinricksen en esa servilleta y a la mención de Maidana en varias comunicaciones de este último. Pero en un escrito de 24 fojas la defensa de Temes Coto planteó ante la Audiencia Nacional de Madrid una denuncia por “falsedad de documento” respecto de la famosa servilleta. Allí se señala que la misma primero fue denunciada como escrita en un encuentro entre Temes Arnosi y Rivera el 19 de julio de 2010, pero luego se lo cambió por una fecha de junio, anterior al contrabando. El Grupo I Greco Galicia aseguró en su informe al juzgado de Vigo que la letra en la servilleta “reconstruida” corresponde a Temes Arnosi. Allí figuran las palabras “Nelson”, “Frutol”, “Barcelona”, “Vigo” y “600”. Al empresario le achacan también el intento de destrucción del documento. Pero según la defensa, una pericia habría descartado que el cuerpo de escritura pertenezca a Temes Arnosi o al propio Rivera Gámez. Además, agregan, los funcionarios que informaron de la reunión (entre el primo de Temes Coto y Rivera) declararon que “no encontraron nada significativo”. Para los letrados de Temes Arnosi se trata de un entramado policial que se suma a la denuncia presentada en su momento por Mariano Bergés, exdefensor de Temes Coto, contra el policía argentino Luis Gigena (dado de baja en una “purga” ordenada por la ministra Nilda Garré). Por su parte la fiscalía busca apoyarse también en pruebas como grabaciones de llamados telefónicos entre los implicados.
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