La delincuencia de la zona también apunta a jubilados
La Policía cree que estarían 'copiando' lo que sucede en el país.
CIPOLLETTI (AC).- Las autoridades policiales consideran que la delincuencia de la región estaría «copiando» lo que ocurre en otros puntos del país, pues los jubilados de la zona ya están en la mira. Ayer se supo de un intento concreto, con inteligencia previa, ocurrido el pasado miércoles. Querían conocer el capital de un abuelo, supuestamente para abordarlo a posteriori.
El hombre, de 75 años, hizo averiguaciones, comprobó el intento ilícito y radicó una denuncia. Se supo que habría otras casos similares, y que todos están siendo investigados por personal de las comisarías lugareñas.
Mientras, desde Cipolletti se puso en conocimiento del tema a la jefatura de la Regional Segunda de la Policía de Río Negro, pues se admite de forma extraoficial que lo que le sucedió al abuelo cipoleño puede ser la punta de un iceberg al que se debe trozar de cuajo para que no se produzcan en el Alto Valle sucesos lamentables con gente de la tercera edad que están conmocionando a los argentinos.
En el Centro Integral de la Tercera Edad, y en varios grupos de jubilados que activan en la ciudad se empezará en las horas próximas -trascendió de fuentes directas- con una campaña de concientización y prevención, para que nadie habilite el acceso de extraños a sus domicilios ni entregue, vía telefónica, datos económicos personales.
Esto fue precisamente lo que ocurrió el miércoles aquí con el jubilado que hizo la denuncia que ofició de disparadora de advertencias múltiples y aumento de la seguridad en cercanías de los cajeros automáticos, donde los abuelos pueden ser abordados.
El hombre vive con su esposa en el barrio Almirante Brown e integra una familia muy conocida en el medio.
A las 15 del miércoles se produjo la inquietante llamada. Supuestamente era de un empleado bancario que se identificó como «Claudio De La Fuente» y le comunicó al jubilado -de quien sabía su identidad, lo que es más preocupante aún- que pesos y dólares de determinadas series iban a salir de circulación. Le preguntó si tenía dinero, y si lo guardaba en su domicilio, para facilitarle el trámite de recambio del circulante que iba a ser desafectado del circuito financiero, entre otros datos.
La voz le pareció sospechosa, sumada a la insistencia del «bancario», y el jubilado se puso en alerta.
-¿Usted habla del Banco de Galicia? -le preguntó al inesperado interlocutor.
-Sí, claro, del banco, fue la respuesta.
Cuando se terminó el contacto el vecino se comunicó con la sucursal neuquina del citado banco y nadie sabía nada de que pesos y dólares estuvieran por salir de circulación y menos aún del autoidentificado «Claudio De La Fuente». Todo era una patraña urdida para objetivos de índole delictiva.
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