La desgracia ante todo
juan mocciaro
jmocciaro@rionegro.com.ar
En el fútbol argentino, parece, estamos más pendiente de las malas que de las buenas. Por alguna razón, anticipamos en 30 fechas quienes descienden y no quienes son campeones.
Apenas van nueve partidos y aunque falten 29 aún, afirmamos que “estarían descendiendo Unión, Independiente y San Martín de San Juan” y que “cuidado, porque si no gana, la próxima caen River y San Lorenzo”.
En cambio no decimos lo mismo de los que van arriba. No decimos que “está saliendo campeón Newell’s”, no. Como mucho decimos que va primero, pero que no significa nada porque en un torneo tan parejo como el argentino, cualquiera puede salir campeón.
Para arriba nada está dicho hasta la última pelota del torneo, para abajo, en cambio, ya se estaría yendo al descenso tres caídos en desgracia. ¿Es esto a lo que le llamamos morbo del fútbol?
Al descenso también se puede ir el equipo menos pensado. ¿Quién pudo anticipar, por caso, el descenso directo de Banfield la temporada pasada? El Taladro sumó apenas 22 y lo que era una complicación a futuro terminó siendo el trauma inmediato.
Sólo Boca y Vélez están salvados del descenso. Pueden perder todos los partidos que quedan hasta fin de temporada y aún así seguirán en Primera. El resto, no. Estudiantes es el que menos necesita sumar para no descender: 12 puntos. En el otro extremo está Independiente, que necesita 47.
¿Y hasta dónde es cierto que cualquiera puede ser campeón y cualquiera descender? ¿Qué procesos ocurren delante de nosotros y no los vemos por estar anticipando descensos virtuales?
No cualquiera se va a la B y no cualquiera da la vuelta olímpica. Ocurren cosas mientras nosotros jugamos con los títulos catástrofe sobre (im)probables descensos antes de tiempo.
río suelto
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