La devoción de los primeros en llegar

CHIMPAY (AVM).- Lentamente el Parque Ceferiniano se ha ido poblando de fieles que vienen a reafirmar su pacto de fe con Ceferino. Se trata, sin dudas, de los protagonistas silenciosos que han ido alimentando la creencia de la imagen de milagroso del «Lirio de la Patagonia».

Luisa Leguizamón, de Centenario, es, junto con su marido, una de las primeras devotas en llegar al lugar. «En realidad venimos a Ceferino desde hace 28 ó 29 años. Cuando estaba una capilla muy chiquitita a Ceferino, recién estaban plantados los primeros pinos, que eran muy chiquititos», mencionó mientras cocinaba justamente a la sombra de un frondoso árbol. «Nosotros nos venimos con mi esposo siempre antes. El tema de venirnos antes es porque tenemos la posibilidad de estar con Ceferino, ir al santuario, agradecer lo que tengamos que agradecer, o pedir lo que tengamos que pedir y estar con él bien cerca, tocarle su poncho. Esas cosas que después son complicadas de hacer cuando se llenan de gente. Porque son muchas horas de espera. Ahora es distinto».

A escasos metros la carpa de Luisa, están Israel Ibrahin y su esposa Elvira. Son de San Antonio Oeste. «Pienso que es algo muy grandioso por eso todo el mundo está pendiente de esto. Hay que ver el movimiento que va a haber», sostuvo Elvira.

«Somos devotos desde siempre, pero este año no vinimos para agosto para reservarnos para esta fecha», agregó la mujer. «Más de uno va envidiar que los patagónicos tengamos nuestro propio santo. No sé si le hemos pedido mucho, pero sí que siempre nos ha ayudado para seguir», agregó.


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