La diabetes toma forma de epidemia

Crece en Estados Unidos a un ritmo del 6% anual y más aún en los países en vías de desarrollo. Las cifras contrastan con la estabilidad lograda en enfermedades renales y cardíacas.

WASHINGTON- Una serie de estudios médi-cos consagrada a las diferentes facetas de la diabetes muestra una progresión inquietante de la enfermedad, que algunos especialistas comparan con una epidemia.

«Mientras que los números de nuevos casos de enfermedades cardiovasculares y de cáncer son estables, la incidencia de la diabetes progresa (anualmente) 6% en Estados Unidos y más todavía en los países en desarrollo», advirtió este martes Christopher Saudek, presidente de la Asociación de Diabetes de Estados Unidos.

Diecisiete millones de estadounidenses sufren de diabetes, 5,9 millones de los cua-les lo ignoran, según la ADA. La enfermedad se caracteriza por un exceso crónico de azú-car en la sangre.

Tanto las causas como los medios de prevención y de tratamiento son poco conocidas y la enfermedad se encamina a ser una «epidemia de diabe-tes», según Saudek, en un editorial que acompaña el número especial del Journal of the American Medical Association consagrado a la enfermedad.

«El costo humano y económico de la diabetes se acrecienta en proporción e impone una respuesta concertada y global. Sin embargo, los pode-res públicos, las compañías de seguros y el público recién están empezando a comprender la seriedad de la diabetes», subrayó Saudek, profesor de la Johns Hopkins University (Maryland, en el este del país).

Uno de los estudios se concentra en las graves complicaciones de algunas diabetes de tipo 1 o juvenil, que afecta a los niños.

Según Arleta Rewers, de la Universidad de Colorado (centro), esa diabetes se podría evitar con un mejor seguimiento de los pacientes, sobre todo psicológico o psiquiátrico, que prevendrían accidentes debidos a una equivocada aplicación de insulina o a un mal régimen alimenticio.

Otros trabajos del departamento de Agricultura de Estados Unidos en Maryland (este) muestran que las mujeres no diabéticas pueden, tras la menopausia, reducir las concentraciones de insulina y mejorar su sensibilidad a la insulina con un consumo moderado de alcohol, incluyendo a las personas obesas.

El exceso de insulina y una falta de sensibilidad a esta hormona son factores de riesgo de diabetes de tipo 2.

Las complicaciones de la diabetes, como el accidente cardiovascular o la insuficiencia renal, son diferentes según sea el paciente negro, blanco, asiático o «latinoamericano», según otro estudio que toma en cuenta diabéticos que se beneficiaron de cuidados idénticos, del centro Kaiser Permanente (California, oeste).

Unos 40 millones de estadounidenses son obesos, la mitad de los cuales sufre hiperglicemia. Y unas 300.000 muertes por año se asocian al exceso de peso en el país, una cifra comparable a las 400.000 muertes por año vinculadas al consumo de tabaco, según datos del departamento de Salud.

La diabetes de tipo 1 (insulino-dependiente), llamada diabetes «delgada» es mucho menos frecuente que la diabetes de tipo 2, llamada «gorda», que sobreviene esencialmente en la edad madura.

(AFP)


WASHINGTON- Una serie de estudios médi-cos consagrada a las diferentes facetas de la diabetes muestra una progresión inquietante de la enfermedad, que algunos especialistas comparan con una epidemia.

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