La empresa de porteros está en vías del pedido de quiebra o liquidación

VIEDMA (AV)- La empresa de porteros Saersa podría ser liquidada o bien se pediría su quiebra, según algunas presunciones que están tomando fuerza. Sus socios decidirán el futuro en el transcurso de una asamblea convocada para este fin de semana próximo.

El plenario tiene como fecha el sábado aunque la resolución final estará sujeta a lo que decidan los socios en ese sentido.

A fines de junio pasado se anunció oficialmente que los porteros tendrán contratos laborales con el Estado provincial a partir de agosto o bien setiembre próximos.

Así surgió en el curso de una entrevista que el secretario del Consejo Provincial de la Función Pública, Carlos Oliva, mantuvo con directivos de esa empresa. La intención fue formalizar la oferta de incorporarlos directamente y, consecuentemente, rescindir el contrato de servicio escolar que tienen con esa sociedad anónima.

Los socios son 118 porteros y, además, figuran otros 40 empleados, totalizando 158 trabajadores con posibilidades reales de lograr nuevos contratos con el Estado.

En ese momento, se resolvió que la conducción de los porteros debía convocar a una asamblea para que sus socios acepten la propuesta gubernamental, consistente en la contratación de cada portero por unos 1.100 pesos mensuales.

En esa reunión también deben evaluar el futuro de la sociedad, previéndose que pesa sobre la empresa una deuda superior a los tres millones de pesos.

En el gobierno se asegura que no existe diferencia entre el costo del servicio con SAERSA y los valores de los contratos directos con los porteros. El convenio escolar rondaría los 230.000 pesos

mensuales, mientras que los salarios se aproximarían a los 240.000, considerando un costo (con aportes) por cada trabajador de 1.500 pesos.

En las decisiones que desembocarán en la reincorporación de los agentes de servicios generales al Estado tuvo participación especial el gremio estatal UPCN. Cuando se creó la sociedad anónima unos siete años atrás en el marco de una serie de recortes en el Estado rionegrino, una porción del sector decidió mantenerse en el Estado.

El problema principal que venía sosteniendo desde hace tiempo era una serie de compromisos impositivos contraídos con la AFIP.