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Cecilia Luzuriaga de Valdecantos

NEUQUEN (AN)- La jueza Cecilia Luzuriaga opinó que Rinaldi entregó a Alejandra a «alguien de su confianza». Esta es una síntesis de sus argumentos:

•La víctima no fue atacada o agredida por otra u otras personas que no se conecten con el imputado.

• Las idas y vueltas al cine, para concretar el encuentro con la víctima, ya de por sí llama la atención. Si tenía pensado verse con Alejandra, no se ve por qué eligió un camino tan tortuoso.

• Más allá de que él reconociera o no la paternidad de la criatura, es evidente que el embarazo de la víctima trastocó la vida de Rinaldi: tambaleaba la pareja estable conformada con Jéssica Yornet con quien tiene una hija, habitando el grupo familiar en la misma casa de los padres de Rinaldi; comprometía el afecto y contención de los padres de ambos, desde que el imputado mantenía una buena relación con sus suegros.

• También hay indicadores que cuestionan la capacidad moral del imputado, que aunque no lo ubiquen como una persona violenta por sí misma, y sean más remotos con el hecho, muestran una personalidad capaz de acudir a otros en busca de soluciones tenebrosas, más allá de que las hubiera llevado a la práctica.

• A mi juicio son creíbles y verosímiles los dichos del testigo Carrasco: asevera que Nicolás le ofreció en siete u ocho oportunidades pagarle $800 «para pegarle un tiro en la panza' a una joven que estaba embarazada.

• No por causalidad, la misma noche del encuentro que precedió a la muerte, y a pocos minutos de estar juntos (Zarza y Rinaldi), fue abordado el tema del embarazo y consecuente paternidad que se le atribuía, lo que habría generado una fuerte discusión con palabras insultantes, siendo la llave que nos abre el camino seguido de los acontecimientos posteriores, que se conectan con lo sucedido a la occisa, partiendo que el parto se desencadena por causa de una acción violenta.

• Rinaldi aparece vinculado con la víctima antes de su muerte, en muy estrecho margen horario con los hechos, en especial, con el comienzo del trabajo de parto; más tarde, con el cadáver, situaciones que no son obra de la casualidad, sino consecuencia del encadenamiento de circunstancias que lo vinculan directamente con la producción del trabajo de parto en vida de Alejandra.

• Desde que se produce el encuentro, Rinaldi está conectado, a lo menos, con el trabajo de parto, en tanto demuestra que Zarza llegó al lugar donde suceden los trágicos resultados conocidos, no por obra de magia, sino porque fue llevada seguramente por el imputado, que contaba con el vehículo para ir de un lado a otro. No puedo aceptar que salga con Alejandra, discuta con ella, y luego la joven se evapore de su vista, sin que nada supiera, a lo menos, de la situación de riesgo que comenzaba a transitar el embarazo de la madre, ya sea en los primeros momentos.

• A partir de que se desencadenó el trabajo de parto, el imputado no supo que hacer, recurriendo, lo más probable, a alguien conocido y confiable.

• Iniciado el trance crítico del estado de embarazo de la víctima, llevó al imputado a contactarse con al menos una persona (lo más razonable, muy ligada a él), siendo el nexo necesario por el que la joven Zarza llega al lugar equivocado y con la persona equivocada.

• La conducta del imputado de dejar a la víctima en las condiciones que se encontraba, a manos de otra persona (por más confianza que le hubiera merecido), muestra a las claras, por lo menos, una actitud desaprensiva de su parte, considerando que otra conducta le era exigible en la emergencia.

• En la emergencia, el imputado debió extremar la protección y cuidado a la víctima, teniendo en cuenta su mayor indefensión por el avanzado estado de embarazo que transitaba, además de la relación que lo vinculaba a Alejandra y también hacia su grupo familiar.

Nota asociada: CASO ZARZA : Los jueces dejaron libre a Rinaldi con disímiles argumentaciones  

Nota asociada: CASO ZARZA : Los jueces dejaron libre a Rinaldi con disímiles argumentaciones