La escuela 201 volvió a clases pero faltan docentes
Las maestras del séptimo grado continúan de licencia por las agresiones recibidas la semana pasada. El curso fue cubierto por los directivos del establecimiento.
CONFLICTO
Las escuela 201, Juan Ramón Jiménez, retornó a clases este martes tras el confuso enfrentamiento entre padres de séptimo grado registrado el viernes pasado que demandó la presencia de dos móviles policiales y las autoridades de la delegación Regional.
El establecimiento suspendió sus actividades ayer para replantear lo ocurrido y trabajar en el fortalecimiento institucional. Pero el conflicto quedó saldado a medias ya que las tres docentes de séptimo, que fueron amenazadas y agredidas por los padres de un alumno, continúan de licencia y el dictado de clases fue asumido por el personal directivo de la escuela que no consiguió reemplazantes.
El delegado Regional de Educación, Pablo Zuccaro, confió a “DeBariloche” que las vacantes producidas por las licencias no se pudieron cubrir hasta este martes y que será difícil conseguir docentes que quieran asumir un interinato “a esta altura del año”, dado que el establecimiento está dentro del régimen de jornada extendida.
Zuccaro evaluó que los disturbios del viernes fueron “un problema de adultos y entre adultos que no se se deben transmitir a los niños”, aunque reconoció que existe una situación puntual registrada con uno de los alumnos que continúa sin resolver.
“Se trata de un alumnos al que no se le puede hacer ningún tipo de señalamiento, a pesar de su buen rendimiento porque genera problemas con los padres” explicó. La última agresión protagonizadas por los padres del menor, a principios de la semana pasada, desató la espiral de confrontaciones que terminó con la licencia de las tres docentes.
El funcionario informó que una de las maestras pidió licencia prolongada y las otras dos tenían licencias cortas que fueron extendidas por dos semanas.
El conflicto se extendió a una reunión de padres realizada el viernes por la mañana, que concluyó con amenazas, intentos e golpes y la inte4rvención policial solicitado por los directivos para calmar los ánimos.
DeBariloche
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