La Escuela 31 celebró sus 50 años 14-6-03
El edificio del colegio, en la por entonces Colonia Rusa, jurisdicción de Cervantes, fue inaugurado el 15 de junio de 1953. Fue el resultado de la fusión de las escuelas 31 y 107. Los festejos se realizaron ayer, cuando numerosos ex alumnos y representantes de diversos establecimientos dieron rienda suelta a la emoción.
ROCA (AR).- A principios de siglo XX se establecieron en el Alto Valle numerosas colonias de inmigrantes europeos, que llegaron un busca de tierra para trabajar. Algunos vinieron con sus hijos, otros los vieron nacer aquí. Aquellos niños necesitaban educación primaria, por lo que sus padres comenzaron a pensar en colegios establecidos en las distintas zonas rurales del valle. Uno de ellos fue la escuela Juan Martín Pueyrredón de la Colonia Fátima, Cervantes, que mañana cumplirá 50 años.
Pero no siempre fue la escuela que vemos hoy, ni fue Pueyrredón, ni el lugar fue Colonia Fátima. En 1907 se constituyó la escuela 31, cuyo edificio estaba a metros del actual y fue la respuesta a la demanda de un establecimiento educativo en la zona rural. A él asistían los hijos de las distintas familias europeas radicadas en las chacras de Cervantes: rusos, alemanes, italianos y españoles, entre otros, habitaban las aulas de aquella escuela 31. El lugar era conocido como Colonia Rusa. En 1963, por decreto del gobierno provincial, el lugar fue renombrado como Colonia Fátima, por la presencia en el lugar de la Capilla de la Virgen de Fátima, aunque la denominación más popular fue y será Colonia Rusa.
El paso de los años y la necesidad de un mejor edificio para la escuela, ade-más del crecimiento de la población de la zona hicieron necesaria una nueva escuela. El primer plan quinquenal de Perón lo incluyó y el 15 de junio de 1953 se inauguró la nueva escuela, construida a metros del edificio de 1907. Además era la fusión de la escuela 31 con la 130. Mañana se cumplirán 50 años de aquella inauguración, pero los festejos se realizaron ayer, en el patio del colegio, al pie del mástil, bajo una tarde gris y fría Esta vez fueron varios los abanderados, ya que estuvieron presentes los distintos representantes de colegios de Cervantes.
Según comentó la directora del colegio, Rita Alemán, la idea del acto era representar a las diversas colectividades que habitaron la colonia desde sus comienzos, pero esto no pudo ser por que la mayoría de las instituciones representativas tenían otros compromisos. Por eso es que se reemplazó el homenaje a aquellas colecividades por el de las actuales, las de chilenos, bolivianos y argentinos. Entonces se vieron distintos números de bailes, nuestros y de los países vecinos.
Luego algunos alumnos de la escuela recitaron poemas cortos, pero emotivos. Y más tarde comenzó lo emocionante: el reconocimiento de ex alumnas y y ex docentes de la escuela. Habló Angela Papino y sus «imágenes como trozos de vida hechos recuerdos». Luego, la voz quebrada. Besos y abrazos. Y varias lágrimas en ella y en los muchos concurrentes al acto. Fue condecorada Luada Balmaceda, quien pasó el colegio más de veinte años de su vida y Erminda Ledesma, quien fuera portera por muchos años. Otras tantas docentes y no docentes fueron galardonados con presentes.
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