La Escuela 313 no da para más

Van 400 chicos y está en la Vega Maipú de San Martín.

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM) – No hay clases en la Escuela 313 de Vega Maipú por tiempo indeterminado. Los padres de los 400 alumnos que tiene al establecimiento, decidieron no enviar a sus hijos al colegio, hasta tanto se les garantice la seguridad a los chicos. Directivos y docentes apoyaron la decisión.

Durante las últimas semanas, los deterioros de la escuela se acrecentaron. Muchos de los paneles del cielo raso del patio interior y de las aulas están destruidos y algunos ya se cayeron. El desplazamiento de estos materiales ha hecho que se desprendan del techo varias de las pesadas rejillas de las bocas de calefacción. Los padres piden también el inmediato cambio de vidrios rotos de las puertas de la galería interna, además de medidas de seguridad ante la eventualidad de un siniestro.

«Los baños están clausurados y no hay agua caliente porque entra aire en las cañerías», agregó David Kieffer, padre de uno de los alumnos y pastor metodista de la localidad.

La escuela fue armada hace cinco años a partir del «desguace» de una estructura temporaria en la que funcionó otro establecimiento en la villa de la represa de Piedra del Aguila.

Ayer al mediodía, medio centenar de padres y docentes se reunieron en el colegio y reafirmaron la decisión de no enviar a los chicos a clase hasta que la escuela se arregle. Entretanto, a través del legislativo se van a pedir urgentes medidas a las autoridades de Educación de la Provincia.

De esta reunión participaron concejales de los tres bloques del Deliberante, una consejera escolar, y durante media hora asistieron la secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad y el director de Cultura.

En este marco, a las exigencias de urgentes arreglos edilicios y medidas de seguridad, se sumó el rechazo unánime de los presentes ante la falta de respuesta.

Un informe técnico del jefe de los bomberos, advirtió además deficiencias en materia de seguridad: inexistencia de iluminación de emergencia pese a que la escuela funciona hasta las nueve de la noche, no hay carteles indicadores de salidas de emergencia, y la puerta de ingreso abre hacia adentro. «Las ventanas están selladas porque entra el agua cuando llueve. Esto es inseguridad», expresó uno de los padres.

«Además, y pese a la alta combustibilidad de los materiales con los que está hecha la escuela, sólo hay cuatro matafuegos y están vacíos» puntualizó Ramón Núñez, otro padre.

A su turno, la directora de la escuela Carmen Napolitano, sostuvo que «no sólo se requieren reparaciones en el edificio, sino mayores garantías para que la escuela pueda funcionar».


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