La estrategia de Alanes refutar a «Rubencito»

El plan de Alan Schlenker es claro: refutar al testigo que lo complicó en la causa por el asesinato de Gonzalo Acro.

«A Rubencito le encontramos 25 mentiras. Alan lo fue detallando paso a paso», dijo el abogado defensor del barrabrava de River, Roberto Ribas, cuando pasado el mediodía de ayer, la audiencia ingresó en un cuarto intermedio. Rubencito es Rubén Rodríguez, quien dijo ante el magistrado haber sido usado por los hermanos Alan y William Schlenker para justificar sus movimientos la noche del crimen.

Es que Rodríguez fue a tomar un helado a una de las heladerías Pérsico del barrio porteño de Belgrano aquella noche junto a los hermanos y a Martín «Pluto» Lococo, también imputado. El testigo Rodríguez habría dicho también ante el juez que Alan estuvo hablando por handy aquella noche.

Schlenker, además de intentar derribar el testimonio de Rodríguez, mantenía su rechazo a las pruebas tecnológicas sobre sus comunicaciones telefónicas del día anterior y de la noche del ataque a tiros que derivó en la muerte de Acro.

Las antenas de celulares habrían ubicado al celular de Schlenker en el lugar donde el barra fue baleado, en Villa Urquiza. La pruebas señalan que ese celular se habría comunicado con otro en el lugar del hecho la noche del ataque. Eso es rechazado por Schlenker.

Según Ribas, Schlenker no mencionó «ni una vez» el apellido del presidente de River, José María Aguilar, contrariamente a las acusaciones que lanzó por el canal de cable C5N en una entrevista que dio desde la clandestinidad. «El único problema de él era (Adrián) Rousseau», sostuvo el defensor. Ribas dijo que «después de que Alan termine de declarar, quedará clara su completa ajenidad respecto de la muerte de Acro».


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