La falta de alimentos habría matado a los pingüinos

Cientos fueron hallados muertos hace tres semanas a lo largo de la costa rionegrina.

El Consejo de Ecología y Medio Ambiente anticipó ayer que, de acuerdo a las evaluaciones que se vienen efectuando, la causa probable de la muerte de cientos de pingüinos juveniles en la costa rionegrina fue la falta de alimentación. La conclusión preliminar llegó con las necropsias realizadas a los ejemplares de la especie Magallanes, de 3 a 4 meses de edad, que aparecieron muertos o en muy mal estado de salud a lo largo de la costa desde hace unas tres semanas aproximadamente. Estos informes indican que se advirtió la presencia de piedras y algas como contenido gástrico, «lo que señala la carencia de alimento y por ende que las causas de muerte son razones naturales y no patología alguna», según un parte oficial difundido ayer por el gobierno.

«La carencia de alimento está provocando un debilitamiento y una baja en sus defensas, estado inmunológico que hace que cualquier agente pueda causar su muerte», se expresó desde el CODEMA. De esta manera empezaron a descartarse las hipótesis iniciales que hablaban de una enfermedad base, como una especie de malaria, que los afectara y debilitara, para luego contraer patologías que llevaran a la muerte.

En tanto, se consignó que estudios oceanográficos indican que la temperatura superficial del agua en el litoral –sector comprendido entre el sur de Punta Tombo y el norte de la provincia de Buenos Aires– se encuentra en un promedio de entre 1 y 2 grados centígrados más baja que en los últimos 30 años, «lo que podría estar afectando la distribución de las principales especies que comprenden la alimentación de los pingüinos como son la merluza y la anchoita».

«Esta situación es la que se evalúa como la principal causa de la muerte de los ejemplares, que llegan a las playas con un cuadro de hipotermia, inanición y defensas muy bajas, estado que, en la mayoría de los casos, provoca su deceso», completa el documento. No obstante, el CODEMA junto a entidades oficiales de las provincia vecinas y organizaciones no gubernamentales siguen recabando datos y analizando la situación plan

teada. El organismo rionegrino señaló, en relación a la cantidad de casos aparecidos, que el mayor éxito reproductivo observado esta temporada hace presumir una existencia de un mayor número de pichones en la ruta de migración y por lo tanto una mayor cantidad de animales que mueren y aparecen en las playas, como se observó.

En tanto, el mismo fenómeno se registró en el litoral marítimo de Chubut, donde fueron hallados en los últimos días los cadáveres de decenas de pingüinos, gaviotas, cormoranes, patos silvestres e incluso teros. Sólo en el Golfo Nuevo (contorno sur de Península de Valdés) fueron encontrados más de 100 pingüinos de Magallanes muertos, en la zona de Punta Pardelas, reportados por un guía de turismo que dio aviso al Centro Nacional Patagónico (CENPAT) que inició la investigación. «Las muestras fueron tomadas pero los resultados llevarán unos cuantos días», explicó el investigador de esa institución emplazada en Puerto Madryn, Marcelo Bertelotti, aunque aclaró que «nada tiene que ver la gripe aviar».

Si bien ninguno de los investigadores consultados diagnostica las razones de las muertes, la hipótesis más firme –al igual que en Río Negro– se concentra en que los pingüinos se mueren de hambre por falta de especies que son parte de su dieta. (AR)


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