La falta de talles conspira contra flacos y gordos

Miembros de la Asociación para los Trastornos de la Alimentación aseguran que la existencia de talles únicos y diminutos de ropa dificulta la recuperación de las personas que están en tratamiento. "Pero la falta de talles no es causa de trastornos alimentarios en personas normales, sino en aquellas que ya tienen una predisposi

La falta de talles y la generalización de medidas únicas en las prendas de vestir complica la rehabilitación de las mujeres con trastornos alimentarios como bulimia y anorexia, alertaron nutricionistas y psicólogos.

La Asociación para los Trastornos de la Alimentación (APTA) afirmó que el espectro de enfermos por bulimia y anorexia se amplió en forma alarmante en los últimos 20 años y actualmente afecta también a niñas.

Hace 20 años, el 100 por 100 de los casos eran mujeres de entre 13 y 25 años y actualmente hay pacientes desde los 9 años y hasta los 40.

De cada 100 casos, 85 son mujeres y 15 hombres, detalló APTA.

Gabriel Franco, nutricionista y presidente de la asociación, explicó que la existencia de talles únicos diminutos de ropa dificulta la recuperación de las mujeres que están en tratamiento.

«Pero la falta de talles no es causa de trastornos alimentarios en personas normales sino en aquellas que ya tienen una predisposición. En una persona normal sólo provoca un poco de bronca contra el fabricante o el vendedor», sostuvo.

El especialista se mostró en desacuerdo con el proyecto de ley que ya tiene media sanción del Senado y que obliga a los fabricantes y comerciantes a confeccionar y vender talles de todos los tamaños para adolescentes(ver aparte).

«Esto eliminaría nada más que un pretexto de los muchos que suele usar un paciente de estas características», argumentó.

,Su colega de APTA, el psicólogo Eduardo Miramontes, aseguró que la industria textil «presiona por un fin de lucro y no repara en los métodos» y consideró que la falta de talles es una forma de discriminación.

«Se discrimina a aquellos que no están en las medidas estándares que marca el mercado, sin haber hecho un estudio antropométrico sobre la media argentina», explicó.

 

¿Cuál es la media?

 

La industria y los diseñadores nacionales proponen talles para un cuerpo que no es el de la media argentina, ya que la mujer del país «es un poco más baja y un poco más rellena que las medidas estándares mundiales», consideró.

Miramontes dijo que al analizar esta problemática tampoco hay que dejar de lado a las modelos que publicitan las prendas. «Ellas son la verdadera imagen que las chicas buscan y la que recuerdan a momento de comprar», dijo.

Según el especialista, de toda la población en riesgo, las adolescentes llevan la peor parte ya que son más influenciables por la moda, y el hecho de tener que alcanzar un peso y unas formas determinadas.

Miramontes explicó que, si bien hay cada vez más hombres que padecen trastornos alimentarios, no encontrar ropa a medida en los negocios no los afecta tanto como a las mujeres.

«Son menos sensibles a cómo creen que los ven los otros y sus ratones está más motivados por el lado del poder, el dinero y el éxito laboral y profesional y utilizan otros objetos como autos, cigarrillos, encendedores y relojes», opinó.

Mabel Bello, asesora de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA), piensa a su vez que el problema radica en que no se brinda información correcta sobre los talles que se ofrecen.

«No es bueno obligar a los fabricantes a confeccionar medidas más grandes, no queremos un castigo porque esto favorecería la corrupción», evaluó.

Para Bello «hay que sincerar la información sobre la prenda».

Y aseguró «el consumidor tiene derecho a saber que está comprando y no que le pongan small, medium o extra large en la etiqueta, sino para qué peso, medidas de hombros, caderas, etc., corresponde un talle», aclaró.

(Télam)

Los comerciantes critican el proyecto de ley que busca obligarlos a fabricar ropa más holgada, con el argumento de que, si no confeccionan prendas grandes, es porque no hay demanda en el mercado.

El vicepresidente de la Cámara de la Industria de la Indumentaria (CIAI), Diego Adamovky, dijo a Télam que una ley que regule los talles no serviría, ya que los fabricantes sólo se manejan con la oferta y la demanda.

«Si hay tanta demanda de talles más grandes, los fabricantes lo tendrían en cuenta y sería ridículo no hacerlo», aseguró Adamovky.

El empresario sugirió que los funcionarios deberían tener en cuenta los factores de presión social sobre el cuerpo femenino. «Como la publicidad que sólo muestra cuerpos delgados y anoréxicos que no coinciden además con la realidad de los gustos del hombre argentino», afirmó.

«Sería importante que antes de sacar una ley se realice un estudio antropométrico de la población para saber realmente cuáles son las necesidades de las mujeres argentinas», señaló.

Adamovky aseguró que en Argentina se vende ropa diminuta porque las mujeres «antes de ir a comprar miran su cuerpo y si están fuera de peso tratan de adelgazar para entrar en las prendas».

«No queremos chicas más flacas para poder vender estos talles pequeños, no se trata de una cuestión económica, sino de un problema social», aclaró el empresario. (Télam)


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