La familia González realizó el último acto a 15 años del triple crimen

CIPOLLETTI (AC).- La familia de María Emilia y Paula González realizó ayer el último acto público exigiendo justicia y en homenaje a las chicas que, junto a Verónica Villar, fueron asesinadas en 1997. “No es un final al reclamo y al pedido de justicia porque no me quiero morir sin saber lo qué pasó”, reconoció entre lágrimas Susana Guareschi. Emocionada dijo que el punto final a los actos es también “un descanso para Ulises (González) que se lo merece porque tanto ha luchado”. El anfiteatro ubicado en el parque Meteorológico fue el lugar elegido para el último acto donde las palabras más pronunciadas fueron las de agradecimiento al acompañamiento que, durante 15 años, recibió la familia. Pero también se oyeron críticas a la Justicia por la falta de esclarecimiento del crimen que tiene como único condenado a cadena perpetua a Claudio Kielmasz. “Se nos ha hecho creer que Kielmasz es el único asesino, pero lo cierto es que sigo sosteniendo que hubo más gente en el crimen de las chicas”, aseguró el padre de dos las jóvenes, Ulises González. Comparó los 15 años, desde el 9 de diciembre de 1997 cuando desaparecieron María Emilia, Paula y Verónica, como “una obra de teatro de terror” que tuvo su “primer acto de encubrimiento” cuando, a las pocas horas, la Policía anunció que había encontrado a los asesinos, dos hombres que rápidamente se determinó no habían tenido ninguna participación ni en la desaparición ni en el asesinato de las adolescentes. Reconoció que desde hace 15 años tiene “dolor y bronca” por haber perdido a sus hijas pero también por todos los crímenes impunes que hay en la región. El mensaje de González se inició con un homenaje a las víctimas de la tragedia del supermercado de la Cooperativa Obrera, de Neuquén. Le pidió a las autoridades presentes que hagan lo posible para que todas las causas se puedan investigar. “Sabemos que los jueces nos van a tirar los códigos por la cabeza sobre todo cuando hay que decir que las causas proscribieron”, insistió con sus cuestionamientos González. Sin embargo, reconoció que algunos aspectos de la Justicia mejoraron aunque no lo suficiente. Finalizó con un “hoy los quiero abrazar a cada uno de ustedes porque los siento muy cerca”. Un cerrado aplauso de varios minutos dio fin al acto donde también recordaron a las jóvenes dos de sus amigas y la orquesta infanto juvenil que acompañó con música. Al anfiteatro llegaron amigos, familiares de otras víctimas de violencia además del intendente Abel Baratti y funcionarios de su gabinete. También estuvo el gobernador Alberto Weretilneck. Además de recordar a las chicas, se pidió justicia por todas las víctimas de violencia de casos que quedaron impunes.


CIPOLLETTI (AC).- La familia de María Emilia y Paula González realizó ayer el último acto público exigiendo justicia y en homenaje a las chicas que, junto a Verónica Villar, fueron asesinadas en 1997. “No es un final al reclamo y al pedido de justicia porque no me quiero morir sin saber lo qué pasó”, reconoció entre lágrimas Susana Guareschi. Emocionada dijo que el punto final a los actos es también “un descanso para Ulises (González) que se lo merece porque tanto ha luchado”. El anfiteatro ubicado en el parque Meteorológico fue el lugar elegido para el último acto donde las palabras más pronunciadas fueron las de agradecimiento al acompañamiento que, durante 15 años, recibió la familia. Pero también se oyeron críticas a la Justicia por la falta de esclarecimiento del crimen que tiene como único condenado a cadena perpetua a Claudio Kielmasz. “Se nos ha hecho creer que Kielmasz es el único asesino, pero lo cierto es que sigo sosteniendo que hubo más gente en el crimen de las chicas”, aseguró el padre de dos las jóvenes, Ulises González. Comparó los 15 años, desde el 9 de diciembre de 1997 cuando desaparecieron María Emilia, Paula y Verónica, como “una obra de teatro de terror” que tuvo su “primer acto de encubrimiento” cuando, a las pocas horas, la Policía anunció que había encontrado a los asesinos, dos hombres que rápidamente se determinó no habían tenido ninguna participación ni en la desaparición ni en el asesinato de las adolescentes. Reconoció que desde hace 15 años tiene “dolor y bronca” por haber perdido a sus hijas pero también por todos los crímenes impunes que hay en la región. El mensaje de González se inició con un homenaje a las víctimas de la tragedia del supermercado de la Cooperativa Obrera, de Neuquén. Le pidió a las autoridades presentes que hagan lo posible para que todas las causas se puedan investigar. “Sabemos que los jueces nos van a tirar los códigos por la cabeza sobre todo cuando hay que decir que las causas proscribieron”, insistió con sus cuestionamientos González. Sin embargo, reconoció que algunos aspectos de la Justicia mejoraron aunque no lo suficiente. Finalizó con un “hoy los quiero abrazar a cada uno de ustedes porque los siento muy cerca”. Un cerrado aplauso de varios minutos dio fin al acto donde también recordaron a las jóvenes dos de sus amigas y la orquesta infanto juvenil que acompañó con música. Al anfiteatro llegaron amigos, familiares de otras víctimas de violencia además del intendente Abel Baratti y funcionarios de su gabinete. También estuvo el gobernador Alberto Weretilneck. Además de recordar a las chicas, se pidió justicia por todas las víctimas de violencia de casos que quedaron impunes.

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