La fiscal pidió prisión efectiva para un policía

La querella la reclamó para los dos acusados, por "torturas".

NEUQUÉN (AN).- La fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Sandra González Taboada, pidió ayer condenas de entre dos y dos años y medio de prisión para los policías Daniel Rechini y Javier Muñoz, a quienes acusó del delito de «severidades» contra el joven Pedro Alveal luego de su detención hace tres años y mientras iba a comprar cervezas.

«Está acreditado que Rechini y Muñoz le dieron golpes en el abdomen, la cabeza y piernas», afirmó la fiscal. Para el primero de ellos pidió dos años y seis meses de prisión efectiva, e inhabilitación por seis años. Tuvo en cuenta como agravante, que Rechini ya fue condenado por un delito similar este año. En el caso de Muñoz solicitó una condena inferior porque no tiene antecedentes: dos años de prisión en suspenso e inhabilitación por cuatro.

En tanto los defensores exigieron en ambos casos la absolución de los acusados, con el argumento de que las pruebas «están contaminadas» .

La fiscal sostuvo la acusación sobre la base de:

» El certificado médico policial «que acreditó las lesiones en zonas del cuerpo que se corresponden con la descripción de la agresión que dio Alveal».

» El informe victimológico efectuado días después de la detención, que se complementa con el psicológico realizado un año después. Ambos mencionan las graves secuelas que le quedaron al joven.

» El relato de un detenido, que estaba en la celda donde metieron a Alveal tras la agresión, y que afirmó que vio como lo golpeaban.

Para la fiscal, los policías sabían que la persona detenida era Alveal, el mismo que en noviembre del 2003 perdió un ojo luego de recibir 64 impactos de balas de goma en una represión policial. De ahí que lo hayan trasladado desde la comisaría 16 en cuya jurisdicción fue detenido, hacia la Tercera donde ocurrió la agresión. «¿Por qué fueron los vecinos a apedrear el móvil policial que estaba en al comisaría?», se preguntó González Taboada. «¿Sabían quién era el detenido y consideraban injusto el arresto?», agregó.

Además remarcó que los policías de la Tercera que atestiguaron, «entraron en contradicciones» y no dieron «dos versiones parecidas» sobre dónde estaban los acusados. «Ponen un manto de dudas», consignó.

Para la querella, representada por los abogados Ivana dal Bianco, Fernando Dalmazzo, Leopoldo Denaday y Romina Sckmunck, la agresión también quedó acreditada pero la tipificaron como «torturas». Como ese delito prevé una pena superior a los tres años, pidieron que la jueza correccional María Gagliano se declare incompetente, para que se realice un nuevo juicio ante una Cámara Criminal que juzga los delitos penados con más de tres años de prisión.

El pedido fue rechazado, por lo que en forma subsidiaria exigieron tres años de prisión efectiva para cada acusado y seis de inhabilitación por el delito de «vejaciones agravadas por el uso de violencia». Además reclamaron que se investigue a los policías testigos por supuesto «falso testimonio».

La detención de Alveal fue el 19 de setiembre de 2004. Estaba en el cumpleaños de un familiar y a las 19:30 salió en una moto a comprar cervezas. Al mismo tiempo, desde el Comando Radioeléctrico alertaron sobre un robo en un locutorio en San Martín al 1.500, y un patrullero lo interceptó.

«Las características sobre el ladrón fueron que era morocho, de pelo corto y con campera negra», recordó la fiscal. «Muchos ciudadanos con esas características tendrían que haber sido demorados», puntualizó. Y dijo que «lo más grave es que el color de la moto de Alveal no coincidía» con el detallado por damnificado, y que llevaba «una mochila con envases de cerveza en lugar del portafolio robado».


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