La Iglesia «no puede admitir» el ingreso de gays en los seminarios

El Vaticano difundió ayer un documento en el que manifiesta que la Iglesia Católica «no puede admitir» el ingreso a los seminarios de personas que «practiquen la homosexualidad». La Iglesia Católica «no puede admitir a los seminarios ni a las sagradas órdenes a los que practican la homosexualidad, ya que muestran tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan una llamada cultura homosexual», según precisa el documento, que se publicó oficialmente ayer. Según lo expresado en el escrito se considera necesario que las tendencias homosexuales sean «un problema pasajero» que debe superarse claramente «al menos tres años antes de su consagración diaconal».

De acuerdo a las nuevas directrices, la Iglesia debe garantizar que las personas que aspiran a ser sacerdotes muestren la «madurez afectiva» necesaria y hayan desarrollado una «paternidad espiritual» para «mantener una relación correcta con hombres y mujeres». No obstante, el Vaticano señaló que «estas personas (los homosexuales) deben ser tratadas con cuidado y con tacto, para evitar injusticias». La disposición generó críticas de asociaciones que consideran que la medida es discriminatoria hacia los homosexuales, puesto que muestra claras preferencias por los candidatos heterosexuales. En este sentido, numerosas asociaciones internacionales de homosexuales opinaron que el documento es una «señal fatal». Asimismo, la asociación italiana de homosexuales Arcigay dijo que «los homosexuales son los nuevos judíos para la Iglesia Católica».

El documento del Vaticano señala también que es indispensable para los líderes espirituales que eligen a los candidatos a la consagración «garantizar una decisión moral». En caso contrario deben intentar disuadir a los candidatos de sus expectativas.

Las asociaciones de homosexuales cristianos señalaron que un documento tan drástico lo único que va a lograr es agravar el problema de la falta de sacerdotes en el futuro. El 31 de agosto pasado, el papa Benedicto XVI había aprobado el documento, que fue redactado por la Congregación para la Educación Católica. (Télam-SNI)