La importancia de generar menos desechos

Se trata de una tarea en la que cualquier individuo puede participar con pequeños aportes, incluso desde la comodidad de su hogar. Bajar el volumen de residuos producido ayudaría a eficientizar el proceso de recolección, tratamiento y disposición final de los mismos. Hay diversas experiencias en marcha en la región, y muchas de ellas resultan una fuente de sustento para varias familias. Además realizan un importante aporte a la reutilización de materiales, entre los que se hallan principalmente el cartón, papeles, envases plásticos y diversos metales. Una firma de Plottier ya lleva 20 años en el mercado y llega incluso a abastecer a la industria petrolera con sus productos. Pero hay más ejemplos de lo que se hace en otras localidades.

Con una producción de basura que crece a pasos gigantes debido al aumento de la población y a un mayor consumo, y con procesos de tratamiento de residuos que no consiguen acompañarle el ritmo, resulta de suma utilidad el aporte que puede realizar cada ser humano para generar una menor cantidad de desechos en los asentamientos poblacionales.

En este sentido la aplicación de la “regla de las tres erres” no implica mayores esfuerzos y puede ser puesta en práctica por cualquier ciudadano que tenga un poco de conciencia ecológica. Esta es: reducir, reciclar y reutilizar.

Según aclaran los sitios que versan sobre la materia, la implantación de este programa no evita que sigan apareciendo residuos, pero se logra que sea menor la cantidad que deba ser gestionada mediante los métodos convencionales de tratamiento. Esto ayuda a una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los recursos destinados para tal fin y a que se puede realizar una tarea más ordenada en el proceso y disposición final de la basura. Por ello no se debe considerar a la “regla de las tres erres” como un sistema de tratamiento final de residuos, sino como una práctica de gestión que maximiza la recuperación de los recursos contenidos en los residuos y minimiza la fracción que debe ser eliminada. A esta altura, adquiere cada vez más relevancia la selección de residuos en origen, pero debe quedar muy claro que el mejor residuo es el que no se produce, por lo tanto resulta fundamental un manejo responsable en la materia.

En la región existen diversos grupos de trabajo que se dedican al acopio y manejo de materiales que puedan rescatarse para un nuevo uso, además de proyectos incipientes de separación en origen que ayudan a un mejor manejo de los desechos que se generan.

En Roca, al igual que en Viedma y Choele Choel entre otras ciudades, se implementan desde hace algún tiempo los “Puntos Limpios”, un proceso destinado a la recepción, almacenaje y selección de residuos urbanos de origen doméstico, donde se pueden desechar residuos secos o inorgánicos. La separación se hace de acuerdo al color de los recipientes colocados en distintos puntos de la ciudad. En la campana verde se ubican los vidrios, en la amarilla los plásticos y en la azul el cartón. Estos materiales luego son reutilizados por la Cooperativa de Recicladores General Roca Limitada.

Por el momento en la ciudad no existen beneficios impositivos para la actividad de reciclado. “Se podría tratar el tema y elevar un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante, pero de todos modos las tasas municipales no son costos relevantes a la hora de evaluar un proyecto como rentable o no rentable, creo que los impuestos provinciales y nacionales son los que toman mayor trascendencia en los proyectos de inversión” indicaron desde Hacienda de la municipalidad roquense.

Tampoco existen beneficios económicos para las empresas recicladoras, aunque en el nuevo parque industrial están previstas exenciones para las empresas que reciclen o presenten alguna política de reducción o reutilización de los recursos según indicó el director de Medio Ambiente de Roca, Guillermo Navone.

El rol de los recicladores cobró fuerza a partir de la crisis económica que afectó a nuestro país y que tuvo sus episodios más violentos en el 2001. Mucha gente quedó sin empleo y halló una salida provisoria a la crisis a través de la recolección de materiales para reciclar, entre ellos el cartón, el papel y las botellas plásticas, además de otros metales como el cobre y el bronce.

Surgieron así los centros de acopio y ordenamiento de este tipo de materiales, presentes en varias localidades de la región como Roca, Plottier, Bariloche y Neuquén, por citar algunas de ellas.

La Cooperativa de Recicladores General Roca Limitada está conformada por un grupo de personas que trabajan en el basural en donde hurgan en las bolsas que depositan los recolectores y extraen los materiales que consideran de valor. Además reciben el material que se obtienen de los “Puntos Limpios” que funcionan en la ciudad.

“La Cooperativa de Recicladores está en proceso de obtención de la personería jurídica. Ellos clasifican el material que les llega de los distintos proyectos ambientales que se están implementando en la ciudad. Ese material una vez seleccionado y clasificado es vendido por ellos. Ese proceso es un eslabón de la cadena de reciclado pero no es “reciclado”, en el sentido que no hay una transformación de esos residuos en otro producto” afirma Guillermo Navone.

Tiene 30 integrantes, y diariamente juntan botellas plásticas, papel, cartón. Todo lo que juntan lo venden en una empresa recicladora privada. Obtienen alrededor de $1 por kilo de plástico, $ 0,80 el papel blanco, $0,65 el kilo de cartón, $5,50 la bolsa grande con vidrios. Estiman –según comentaron– que ganan entre 70 y 100 pesos por día cada uno.

Llegan a recolectar entre 500 y 800 kg de plástico por día, que es lo predominante.

Recicladora de plásticos LP

Otro proyecto en marcha en Roca es la recicladora de plásticos LP, que trabaja con rezagos de la propia empresa y en convenio con el municipio recicla los bidones de agroquímicos. El proceso que implementa consta de tres pasos, básicamente, explicaron los responsables de la firma: la clasificación de materiales “para que el producto final tenga calidad”, si está sucio se lava y se muele. Luego va al proceso de destrucción. Todo el material recibido se calienta hasta formar una masa homogénea y después esa masa es forzada a pasar a través de una malla especial, para poder volver a ser utilizada en la industria. Se utiliza una máquina extrusora, donde se hacen los ‘pellets’ y el resultado obtenido es igual a la materia prima virgen. La planta está ubicada en J. J. Gómez, trabaja las 24 horas, y cuenta con 12 empleados.

Recicladora Argentina

Funciona hace 11 años en el Parque industrial de Roca, en proximidades del basural actual. Recibe materiales desde Villa Regina hasta Neuquén. Plástico, cartón y botellas forman parte de sus insumos, con un 90% que proviene de posconsumo y 10% de posindustria. Reciben cartones, también de posconsumo (cajas de domicilios y negocios) y pos industrial de galpones de empaque. En todo el Alto Valle se recuperan por mes alrededor de 100 tn de envases pet y polietileno de alta y baja densidad, lo que equivale a un millón de botellas. De cartón se recuperan unas 300 tn por mes en la región, y unas 60 tn de vidrio al mes.

En Recicladora Argentina trabajan ocho personas. Los valores estimados de venta, por tonelada, que manejan por su trabajo es de $ 1.000 el plástico de botellas; por el cartón reciben entre $ 600 y 650; por el papel blanco $ 850 y por el vidrio $ 270.

Un problema regional


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