La incredulidad y el llanto invadieron las calles
La gente se agolpó frente a la Cámara.
NEUQUEN (AN)- La mansa tarde otoñal se partió con interminables y desgarradores gritos, y fueron las mujeres quienes más se hicieron escuchar.
«¡Jueces hijos de puta! ¡Justicia corrupta!» gritó Irma Salinas, una amiga de la familia de María Alejandra Zarza que no podía creer lo que había escuchado. A ella se le sumaron otras mujeres y Héctor Ramírez, el padre de Pablo, asesinado por un policía de un balazo en el pecho.
El fallo que nadie esperaba encendió una mecha que no se sabe a dónde puede llegar. Es que rápidamente llegaron a la puertas del tribunal que absolvió a Nicolás Rinaldi, amigos de la familia y ex compañeros de la joven, además de dirigentes gremiales y militantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La presencia de una mujer que defendió el fallo judicial estuvo a punto de derivar en un caos y sólo su condición femenina frenó los impulsos de quienes siguieron la audiencia de la sentencia en las veredas de la calle Yrigoyen. Dicen que en medio del caos, Nicolás Rinaldi fue sacado del edificio escondido en un vehículo civil y protegido por policías.
La llegada de Marisel Riquel-me, la hermana mayor de María Alejandra Zarza, no pasó desapercibida para nadie. Los gritos y el llanto, la desesperación que brotaban de Marisel arrancaron lágrimas de propios y extraños.
Los primeros en acercarse a los familiares fueron los integran-tes de la cruzada por Axel Blumberg quienes alentaron a Marisel para que convoque a una marcha que -está confirmado- se realizará hoy a partir de las 20 con una concentración en el monumento a San Martín. A ellos se sumaron familiares y los apoderados legales de Mónica Ruminot (asesinada en Centenario) y Víctor Guiñez (un chico que perdió un ojo luego de un disparo policial) quienes definieron pedir hoy por todos los crímenes impunes que hay en la provincia.
Luego de mucho tiempo de espera y sin movilizaciones por la muerte de María Alejandra, ayer más de 500 personas marcharon repudiando el crimen. Fue una acción espontánea que comenzó alrededor de las ocho de la noche en el monumento a San Martín. Los manifestantes fueron hasta el monumento de la madre y allí cantaron el Himno Nacional, a-lentados por quienes llevan adelante en Neuquén la cruzada por Axel. Y desde allí, batiendo las palmas y con cánticos contra la justicia confluyeron en las puer-tas del edificio judicial, donde un grupo se mantuvo firme a la espera de que salieran Rinaldi y los jueces, algo que nunca se pro
dujo.
«Rinaldi, el pueblo te condena», cantaron todos al tiempo que se elevaba una imagen de María Alejandra.
La noticias sobre el mal estado de salud de Ema Riquelme, la mamá de María Alejandra, llevó más fastidio a las personas, que buscaron la forma de estar junto a los familiares.
Con la llamativa ausencia del gremio que agrupa a los judiciales (Sejun), sobre la calle Yrigoyen -que fue cortada por la Policía- estuvieron militantes de or- ganismos de derechos humanos, dirigentes gremiales, docentes, amigos y vecinos de la víctima quienes se unieron a hombres y mujeres sin experiencia en este tipo de reclamos, tal es el caso del grupo que apoya a Juan Car-los Blumberg.
A lo largo de la tarde, con los ánimos caldeados, la fachada del tribunal recibió huevazos y pintadas. Las alusiones y acusaciones fueron contra los jueces de la Cámara, contra el gobernador Jorge Sobisch, contra el ex juez de instrucción Alfredo Velasco Copello… Y también contra Rinaldi.
A la vez que un grupo revisó todos y cada uno de los autos que dejaron en la cochera, otros debatieron en la vereda los detalles de la sentencia, cuyo resultado muy pocos esperaban.
«La volvieron a matar»
NEUQUEN (AN)- Las amigas y ex compañeras de María Alejandra regaron con sus lágrimas la vereda de la Cámara del Crimen. Evitaron hablar, no podían.
«Volvieron a matar a María Alejandra, estas chicas han sufrido demasiado y algunas están a punto de perder su carrera. Es terrible lo que ha pasado», afirmó una docente del Instituto de Formación Docente 12 (donde Zarza estudiaba) que les dio consuelo.
No fueron las únicas que estuvieron en la calle. Estudiantes de los primeros años del mismo instituto siguieron la sentencia en la vereda, espiando un viejo monitor de 14 pulgadas que Canal 7 instaló en la vereda, en medio de una maraña de cables y equi-pos. Ese grupo, guiado por la docente Teresita Moreno, intentó un trabajo de campo para la materia Conocimiento.
«Este crimen ha sido terrible, muy terrible, esperamos que haya justicia, más allá de lo que resulte de este trabajo», afirmó Leticia Suárez, una de las estudiantes que participó de la actividad.
El grupo de personas que se instaló temprano en las puertas de la Cámara no superó las 30, y entre ellos, además de los mencionados, había un par de estudiantes de derecho, vecinos comunes y algunos allegados a la familia de la víctima.
Junto al viejo utilitario del canal 7 se ubicaron los móviles de las radios, LU19, LU5 y Cumbre. Todos transmitieron en directo las instancias del juicio.
«Esto es una aberración»
NEUQUEN (AN).- «No sé si la mató, pero está probado que la entregó….Y el señor se va a su casa absuelto, como si nada… ¿Esto es justicia? Está probado que estuvo en el lugar del crimen y lo dejan libre. Esto es una aberración».
Las definiciones corresponden a María del Carmen Mella, tía de las hermanas González, dos de las víctimas del primer triple crimen de Cipolletti. «Esto es así, hasta que no le toca a uno, no se da cuenta del dolor que se siente, no nos podemos quedar quietos», sostuvo la mujer, que en la solapa lleva un pin con las imágenes de sus sobrinas asesinadas junto a la de Verónica Villar.
«Hemos escuchado con dolor todo lo que le han hecho, hemos sufrido por Ma-ría Alejandra, y ahora nos tocó esto, no se puede creer», cerró Mary Mella.
La organización Pan y Rosas también llegó a las puertas del edificio. Allí colgaron carteles con pedidos de justicia, reclamando juicio y castigo para los culpables, los instigadores y los encubridores del crimen de María Alejandra. «Cuánta impunidad y ataques contra las mujeres tenemos entre Río Negro y Neuquén», preguntó Cecilia Carrasco, una de las representantes de Pan y Rosas.
«Basta de inseguridad, de una vez por todas tiene que funcionar el sistema judicial», afirmó Sandra Pérez, una mujer que participa de la cruzada por Axel .
Nota asociada: La absolución de Rinaldi dejó otro asesinato impune y provocó una manifestación de repudio
Nota asociada: La absolución de Rinaldi dejó otro asesinato impune y provocó una manifestación de repudio
NEUQUEN (AN)- La mansa tarde otoñal se partió con interminables y desgarradores gritos, y fueron las mujeres quienes más se hicieron escuchar.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios