La instalación de Botnia «es innegociable», dice el canciller uruguayo

El ministro uruguayo de Economía, Danilo Astori, dijo ayer que la instalación de la planta de celulosa del grupo Botnia, de capitales finlandeses cerca de la frontera con Argentina, y su pedido de financiación al Banco Mundial «son innegociables» para el gobierno de Tabaré Vázquez.

«Botnia se instalará en el lugar indicado», dijo Astori echando por tierra las preocupaciones y gestiones argentinas para que la Corporación Financiera Internacional, una dependencia del Banco Mundial, retire o demore la sesión de su directorio para el préstamo pedido por Botnia.

El caso será visto por IFC el martes y habrá una decisión «sí o sí», declaró Astori durante una conferencia en el Banco Interamericano de Desarrollo sobre la oportunidad de inversiones en Uruguay.

La declaración de Astori se conoció justo cuando el enviado del rey Juan Carlos de España, embajador Juan Antonio Yánez-Barnuevo, comenzó sus gestiones con las autoridades de la Casa Rosada para «facilitar» el diálogo entre Argentina y Uruguay en pos de hallar una solución al conflicto.

El presidente Néstor Kirchner dio la bienvenida protocolar al representante y recibió una carta del monarca español, cuyo contenido no fue difundido. Una misiva similar le sería entregada a Vázquez.

La presencia de Kirchner fue fugaz y las negociaciones estuvieron a cargo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y del canciller Jorge Taiana que explicaron a Yáñez-Barnuevo la postura argentina en el diferendo y la decisión de recurrir al Tribunal Internacional de La Haya.

«El motivo de las reuniones ha sido recabar información de las autoridades argentinas, con la finalidad de realizar la misión que le ha sido encomendada en este asunto», afirmó la Embajada de España en Buenos Aires, en un escueto comunicado.

No hubo declaraciones tras las reuniones porque, el enviado real «pidió absoluta reserva» para evitar interpretaciones incorrectas desde uno u otro lado, en tanto aclaró que en esta primera etapa de su gestión quería escuchar las posturas de las partes. (AP/DyN)