La Izquierda española espera un vuelco de última hora

Los candidatos que buscan el poder en España hicieron ayer un esfuerzo final para lograr los votos, en el último día de campaña electoral. Los socialistas y comunistas que apoyan a Almunia confían en que los últimos ataques a los "privilegios" que otorgó Aznar a ciertos empresarios reviertan la ventaja del 5% que mantenía el conservador en las encuestas más recientes. Felipe González descalificó la efectividad de los sondeos preelectorales.

MADRID (Reuters) – La oposición socialista española aseguró el viernes que está reduciendo la brecha que la separa de los favoritos para las elecciones de mañana, el conservador Partido Popular del presidente del gobierno, José María Aznar.

Aznar, a quien las encuestas dan como favorito, y su principal rival, Joaquín Almunia, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), realizaban ayer intensas labores proselitistas, en el día final de la campaña.

Las leyes electorales prohíben hacer campaña hoy, el llamado «día de reflexión» para unos 34 millones de votantes habilitados, antes de acudir a las urnas el domingo.

Las ultimas encuestas difundidas el lunes, antes de la entrada en vigor de la prohibición de divulgar sondeos, dieron a Aznar una ventaja de entre cuatro y cinco puntos porcentuales, pero sin que el PP alcance las 176 bancas que necesita en el parlamento para alcanzar mayoría propia.

El ex presidente socialista del gobierno Felipe González, derrotado en 1996 por Aznar por estrecho margen luego de 14 años en el poder, afirmó que los dos candidatos se encuentran en un virtual «empate técnico».

Las encuestas suelen engañar a la gente y habrá algunas agradables sorpresas, dijo González a los periodistas.

Pero los analistas políticos consideraron que Almunia tendría que recorrer un amplio camino en estas últimas horas para acercársele a Aznar, quien encabeza uno de los últimos gobiernos conservadores de la Unión Europea, que integra España.

La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones estropeó el viernes la fiesta del mercado de valores, cuando los inversionistas buscaron protegerse. El índice de Madrid de las acciones de mayor movimiento perdió 0,4% en las transacciones del día.

«La gente no va a mantener (acciones) rumbo a las elecciones porque existe siempre el riesgo de una victoria socialista», dijo un operador de valores. «Si (Aznar) gana una firme mayoría el mercado debería subir. Si hay una victoria socialista, el mercado recibirá un shock y actuará en consecuencia», agregó.

Aznar ha centrado su campaña en el empuje de la economía española, una de las de más rápido crecimiento de Europa y con una tendencia a reducir el desempleo.

Pero la fortaleza de la economía también ha dado argumentos a Almunia para afirmar que los adinerados amigos de Aznar se han enriquecido aún más, mientras la mayoría de los españoles no se ha beneficiado de la prosperidad.

Uno de los blancos de la campaña socialista ha sido Juan Villalonga, un ex compañero de escuela de Aznar, designado por el gobernante para dirigir la ahora privatizada compañía de telecomunicaciones, Telefónica.

Pero aunque las encuestas muestran que Almunia obtuvo algún beneficio con esos ataques, los sondeos indican que el PP incrementará las 156 bancas que actualmente tiene en el parlamento, de 350 legisladores.

Superan viejas diferencias para asediar La Moncloa

La izquierda española acudirá a las urnas con un programa de gobierno común por primera vez desde la restauración de la democracia en 1977, con el objetivo de desalojar a José María Aznar del Palacio de la Moncloa.

Han pasado más de 20 años y siete legislaturas hasta que las dos principales fuerzas de la izquierda en España se pusieron de acuerdo para intentar gobernar juntos en Madrid, una labor que sí comparten desde hace décadas en otras localidades.

Fue el pasado 2 de febrero cuando el Partido Socialista (PSOE) y la coalición Izquierda Unida (IU), aglutinada en torno al Partido Comunista (PCE), acordaron un «Programa básico de gobierno», que les compromete a una legislatura «de progreso» hasta el año 2004.

El «programa» fue el fruto de nueve días de negociaciones desde que el candidato socialista Joaquín Almunia, irrumpió en la pre-campaña electoral con una propuesta de unir a la izquierda, que muchos consideran histórica. Con ella, Almunia trató de conjurar una tendencia electoral que reflejan todos los sondeos y que apuntan a una victoria del Partido Popular .

El pacto no es una coalición, sino de un pacto de Gobierno similar a los vigentes en Francia y Alemania.

A lo que PSOE e IU se han comprometido de momento es a apoyar la investidura como presidente del gobierno «de la fuerza firmante que reúna el mayor apoyo popular», a presentar candidaturas conjuntas al Senado y a dirigir España desde «políticas de progreso».

Junto a Almunia, que optará a la presidencia a pesar de perder las internas, el artífice del pacto fue el secretario general del PCE, Francisco Frutos, durante muchos años asociado a la línea más ortodoxa de los comunistas españoles. Son políticos veteranos, pero son las caras nuevas del PSOE e IU tras el paso atrás, por diversos motivos, de dos «santones» de la política española, Felipe González y Julio Anguita, que nunca fueron capaces de entenderse

Funcione o no, el pacto PSOE-IU quedará como uno de los elementos más renovadores de la política española en los últimos años, pero está por ver si tendrá continuidad en caso de derrota.. (EFE)


MADRID (Reuters) - La oposición socialista española aseguró el viernes que está reduciendo la brecha que la separa de los favoritos para las elecciones de mañana, el conservador Partido Popular del presidente del gobierno, José María Aznar.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios