La «jarra loca» se metió en la noche neuquina

La consumen los jóvenes en algunos boliches. Se combinan alcohol con ansiolíticos.

NEUQUÉN (AN).- En la capital neuquina ya circula la conocida «jarra loca o atómica» que no es otra cosa que un riesgoso cóctel de bebidas alcohólicas con medicamentos tales como sedantes y ansiolíticos.

Los profesionales que atienden a jóvenes que sufren las consecuencias del consumo de esta mezcla advierten que sus efectos pueden causar la muerte. Además denuncian que la mezcla dejó de ser parte de la «movida» previa al ingreso de los boliches y ya hay locales que venden la jarra lista para que los pibes le agreguen las pastillas.

El titular del servicio de adicciones del Hospital Castro Rendón, Fabio Fortuna, reconoció que «en Neuquén la jarra ya está circulando entre los pibes. Tengo varios pacientes que me narraron cómo la arman y dónde la consumen».

Una víctima en Córdoba

Oficialmente es la primera vez que trasciende en Neuquén la existencia de esta jarra que ya está instalada en varias provincias y que a fines de junio en Córdoba se cobró la vida de un joven que ingresó en un hospital de Villa María con un alto grado de excitación y murió producto de un paro cardiorespiratorio.

«Darse vuelta», ese es el objetivo de aquellos que arman esta mezcla tan peligrosa (ver recuadro) que genera efectos de sedación, despersonalización y que los lleva a cometer actos violentos contra ellos mismos.

Al principio, este cóctel se consumía en la previa al boliche ya que los tragos dentro de los locales bailables rondan en promedio los 20 pesos.

Esa cifra representa un alto presupuesto para los jóvenes que ingresan a los boliches de la capital. En algunos locales nocturnos vieron la beta comercial ofreciendo estas jarras lista para que los muchachos le agreguen los psicotrópicos.

«Mis pacientes me contaron que ya se está vendiendo en una par de boliches», confirmó el profesional.

En cuanto a cómo obtienen las pastillas, Fortuna explicó que «hoy en casi todos los hogares algún familiar toma tranquilizantes o somníferos por lo que muchos jóvenes los suelen sacarlas del botiquín de la casa. Además los psicotrópicos también los compran en el mercado negro o falsifican recetas».

Es sabido que este tipo de medicamentos se vende bajo receta archivada por lo que en algunos casos los jóvenes llegan a robar sellos a los profesionales médicos en los hospitales públicos para falsificar la prescripción que permita adquirirlos en cualquier farmacia.

El médico aseguró que la mayor adicción que tienen los neuquinos es el alcohol y advirtió que los efectos de este cóctel podrían llevar a la tumba a más de un adolescente.

«La mezcla genera efectos de sedación, despersonalización, se pierden a tal punto que no recuerdan nada por lo que en algunos casos los lleva a cometer actos violentos contra sí o terceros», dijo el profesional consultado por este diario.

«Además, les puede provocar alucinaciones y caer en un coma alcohólico y la muerte», detalló el responsable del servicio de adiciones del hospital Castro Rendón.


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