La jueza habla de la 'etapa final' y separa a presos

DOBLE CRIMEN DE LA DARSENA

SANTIAGO DEL ESTERO (Télam).- La jueza María del Carmen Bravo reveló ayer que en la escala de 1 a 10, la resolución del doble crimen de La Dársena está en su etapa final, en un 7,5, y anunció que cambiará a los acusados de lugar de detención porque se amenazan entre ellos para cambiar las declaraciones.

«Mantengo el mismo margen (7,5), porque avanzamos en nuevas derivaciones de la causa, además de resolver los incidentes por recusaciones, incompetencia, nulidades y denuncias por apremios ilegales», dijo la magistrada sobre el curso de las pesquisas.

En diálogo con los periodistas, la jueza Bravo anticipó que se ordenarán algunos cambios en los lugares en los que permanecen alojados los 20 detenidos, el último apresado ayer, involucrados en los asesinatos de Leyla Nazar y Patricia Villalba.

En ese sentido, no descartó que sea alojado en el destacamento 5 de Gendarmería el ex jefe de Inteligencia de Santiago del Estero, Antonio Musa Azar, acusado de «homicidio cuadruplemente calificado» por el asesinato de Patricia Villalba y de «encubrimiento, asociación ilícita y malversación de caudales públicos» en el de Leyla Nazar.

«Vamos a tomar recaudos para que no sean alojados en un mismo lugar y evitar el contacto entre los detenidos, porque no obstante la distancia, tenemos información de que se amenazan entre ellos para cambiar las declaraciones», explicó la magistrada.

En otro procedimiento y tras la detención del comerciante Antonio Bittar, la jueza Bravo realizó ayer un allanamiento en la vivienda del propietario de un céntrico negocio de zapatería. En un edificio de departamentos ubicado en el cruce de avenidas Saenz Peña y Moreno, el perito criminalístico Enrique Prueger y efectivos de la División Criminalística de la policía local secuestraron diversos elementos, entre ellos preservativos y pelos.

Consultada sobre la detención de Bittar, la jueza reveló que está acusado de «encubrimiento agravado» y que su detención surgió de las investigaciones realizadas en torno a la whiskería Saravah, local nocturno del que se sospecha desapareció Leyla, en la madrugada del 16 de enero pasado.

Durante la etapa inicial de las investigaciones, realizada por el ex juez Mario Castillo Solá, la prostituta Cristina Juárez, amiga de Leyla y una de las últimas personas en verla con vida, señaló que ocho días antes de su desaparición habían compartido una mesa con Bittar en la confitería Saravah.

«Estuvimos compartiendo una mesa con Bittar, junto a Leyla y Bibiana Estanciero y tras finalizar la noche, el comerciante nos llevó en su automóvil a nuestras casas», indicó Juárez en una de sus 13 declaraciones, a la que Télam tuvo acceso.

En tanto, Mariana Contreras, joven prostituta y única testigo que afirmó haber visto a Leyla en la whiskería ubicada en el Parque Aguirre en la madrugada del 16 de enero pasado, reclamó ayer «protección y seguridad» tras asegurar que su vida corre peligro. «Tengo cuatro hijos, sufro amenazas por mi testimonio, incluso me tuvieron secuestrada dos horas, desfiguraron mi rostro a golpes y a pesar de reclamar medidas de seguridad, nunca me las dieron», explicó.


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