La Justicia cerró el caso Madeleine y retiró la acusación a sus padres

LISBOA / LONDRES (DPA).- Catorce meses después de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en el sur de Portugal, la justicia portuguesa archivó ayer el caso.

La fiscalía a cargo de la investigación comunicó en Lisboa que de esta manera retira el estatus de sospechosos («argüidos») a los padres de la pequeña, que en el momento de su desaparición tenía casi cuatro años.

También se retiraron las acusaciones contra otro británico, Robert Murat, detenido como sospechoso en un primer momento.

No existen pruebas contra ninguno de los tres, pero el caso podría reabrirse si aparecen «nuevos elementos de prueba», dijo el fiscal Fernando Jose Pinto Monteiro. Esto podría suceder a pedido de la fiscalía o de algunos de los afectados. Además, se levantará el secreto de sumario. Los padres esperan así obtener datos para progresar en su investigación privada.

Madeleine desapareció el 3 de mayo de 2007 de un complejo turístico en la costa del Algarve, en el sur de Portugal. Sus padres se hicieron conocidos en todo el mundo con una enorme campaña mediática para encontrar a su hija. Los padres de la niña reaccionaron con gran alivio a la noticia de que ya no son sospechosos de la desaparición de su hija.

Kate y Gerry McCann declararon a través de su portavoz que más allá del fin sin resultados de la investigación se seguirán concentrando con todas sus fuerzas en buscar a Madeleine. «Lo único que les preocupa es la búsqueda de Madeleine», dijo el portavoz de la familia, Clarence Mitchell, quien añadió que el hecho de que desde setiembre del 2007 se los considerara sospechosos «dañó su reputación y ahora deben sopesar cómo siguen adelante».

«Nunca vamos a dar por perdida a Madeleine», dijo más tarde Kate McCann en una conferencia de prensa en Rothley, Inglaterra, donde vive la familia. La madre de «Maddie» afirmó que a ella y su marido les había «roto el corazón» haber sido considerados sospechosos por la policía portuguesa durante varios meses.

«Fue igualmente devastante ser testigo del efecto adverso que esto tuvo en la búsqueda de Madeleine», agregó. Los padres de la niña aprovecharon para pedir nuevamente a potenciales testigos o informantes que contribuyan a esclarecer el destino de su hija. Al mismo tiempo, dijeron tener esperanzas de poder echar un vistazo en los próximos días a las actas de la policía portuguesa. «Ahí podremos ver qué se hizo en este caso y que es lo que aún se debe hacer».

Los McCann agregaron que en su investigación privada seguirán hasta la más mínima pista.

La noche que desapareció Madeleine, sus padres la habían dejado en el apartamento y estaban cenando en un restaurante cercano con unos amigos. Los investigadores tomaron en cuenta primero la hipótesis del secuestro. Luego comenzaron a sospechar que la niña murió a causa de un accidente en la vivienda y que los padres habían ocultado el cadáver. Pero la búsqueda de rastros de ADN en el apartamento y en el coche de alquiler de los McCann no aportó resultados claros.


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