La madre cree que a María Alejandra le tendieron una trampa
Ema Riquelme reveló que sospechaba de antemano que algo malo podía ocurrirle a su hija si continuaba la relación con Nicolás Rinaldi. La familia de la víctima está convencida de que María Alejandra dio a luz y que se trata de una niña. Sólo espera tener la confirmación para buscarla "donde esté". El juez Velasco Copello rechazó un pedido de detención del ex novio. El magistrado tomó licencia. Lo reemplaza Daniel Geloni.
NEUQUEN (AN).- «Yo le dije que tenga cuidado, yo le dije que la podían hacer caer en una trampa».
Ema Riquelme, la madre de María Alejandra, sospechaba que algo malo le podía ocurrir a su hija si continuaba su relación con Nicolás Rinaldi Trillo. La mujer, de 69 años, mantuvo ayer un breve contacto con este diario y agradeció el apoyo que está recibiendo la familia por parte de toda la comunidad.
«Yo le dije que tenga cuidado la noche que se fue con el asesino», afirmó Ema Riquelme, quien no deja de hablar de su hija asesinada ni de «mi nietita», por el bebé que estaba en el vientre de María Alejandra.
Para la familia de María Alejandra el bebé o la beba vive y está en algún lugar. Sólo esperan tener alguna certeza «a través de la justicia» de que la criatura no murió «para buscarla donde esté», sostuvo Claudia Riquelme, una de las hermanas de María Alejandra Zarza, la chica embarazada de ocho meses que fue encontrada muerta en una laguna del barrio Colonia Valentina Sur hace una semana.
Los investigadores siguen la pista que conduce directamente a Nicolás Rinaldi. De hecho, el fiscal Mario Rodríguez Gómez pidió la detención del hombre que sería el padre del bebé de María Alejandra. Pero el juez Alfredo Velasco Copello lo rechazó, según pudo confirmar este diario. El magistrado denegó el pedido y luego se tomó licencia. Y desde ayer es subrogado por su colega Daniel Geloni.
El caso está regado de incógnitas y los penalistas más renombrados, lo mismo que los investigadores más calificados coinciden que no hay antecedentes de un crimen de estas características. «Quizás lo haya en algún otro país», admitió una penalista consultado por «Río Negro».
Quienes no tienen ninguna duda son los familiares de la víctima: Están convencidos de que el autor del crimen es Nicolás Rinaldi Trillo, el amigo de la infancia y luego novio de la juventud de la muchacha.
Marisel Riquelme, la hermana mayor de María Alejandra, y una amiga de la víctima le dijeron a este diario que el embarazo «fue planificado, ellos buscaron al chico. Ellos estaban buscando un hijo, eso lo sabíamos todo», fueron elocuentes.
«Acá no hubo ningún descuido ni equivocación», remató Marisel.
La hermana dijo que, tras la reaparición de Nicolás Rinaldi en diciembre pasado, «él le pidió a «Ale» que le dé plazo todo febrero para solucionar las relaciones con su familia», donde nunca quisieron a María Alejandra.
«Supuestamente después de febrero, aunque la familia se opusiera él se iba a hacer cargo de todo, aunque sí es cierto que mi hermana consultó a una abogada de familia para saber bien qué tenía que hacer y qué podía reclamar», completó.
Los investigadores, en tanto, se mantienen herméticos en cuanto al progreso de la causa. La mira está puesta en los centros clandestinos donde se realizan abortos, un submundo que de poco está quedando al desnudo.
En las últimas horas se allanaron por lo menos dos de estas clínicas pero no trascendieron los resultados de esos operativos, sujetos a pericias y a otras circunstancias de la investigación. Tampoco se conoce el destino del útero de la chica que, según los expertos consultados por este diario, pudo haber sido expulsado durante el aborto.
A partir de hoy se esperan los primeros resultados de la baterías de pericias y análisis sobre el cadáver de la víctima. Ayer, entre otras versiones, trascendió que no habría presencia de agua en los pulmones de la muchacha, con lo que se comprobaría que no fue ahogada en la laguna donde se encontró el cuerpo.
«Con la información que tenemos hasta ahora no podemos decir de qué murió, eso lo vamos a saber en el transcurso de esta semana, a medida que lleguen los resultados de los análisis», afirmó anoche una alta fuente judicial a poco de reunirse con el juez Daniel Geloni.
Se cree que María Alejandra murió al miércoles 20 de febrero. Había salido el martes por la noche con Nicolás Rinaldi Trillo, quien asegura haberla dejado en el Balcón del Valle cerca de la medianoche. Lo hizo -según explicó ante la Justicia- luego una discusión en torno a la paternidad de la criatura que la familia Rinaldi pone en duda.
Marcha de silencio
NEUQUEN (AN).- Las compañeras y los docentes del Instituto donde estudiaba Marían Alejandra marcharán por la avenida Argentina de esta ciudad en reclamo por el esclarecimiento del crimen de la muchacha.
La concentración está prevista para las 18,30 en la Antártida Argentina y avenida Argentina y se estima que a las 19 comenzará las caminata que tendrá como primer destino al monumento a la Madre, ubicado en Olascoaga y las vías del ferrocarril. A las 20, habrá una misa por María Alejandra que se realizará en la Catedral de esa ciudad, ubicada en avenida Argentina al 120.
La familia de la chica participará de la caminata que se anticipa será multitudinaria. Las compañeras de María Alejandra en el Instituto de Formación Docente 12 de esta ciudad se encargaron de la organización que tendrá la presencia una importante cantidad trabajadores judiciales de esta ciudad.
En la mesa de entradas del Tribunal Superior de Justicia, donde trabajaba la joven, fue colocado un cuadro con el rostro de María Alejandra y a su lado un florero de cristal.
tá vivo, tenemos la ilusión y la esperanza», afirmó Marisel Riquelme, una de las hermanas adoptivas de María Alejandra. «Que no quepa la menor duda de que la vamos a buscar por cielo y tierra», completó su hermana Claudia.
La familia Riquelme -a la que María Alejandra llegó cuando tenía tres años- está «destruida porque lo que le han hecho a mi hermana es algo que no se puede creer, es algo horroroso por donde se lo mire». Sin embargo, en la casa donde había una habitación recién pintada para recibir a un bebé, piensan que la criatura está viva y sólo esperan «que la justicia lo confirme» para salir a buscarla «donde sea», fue clara Claudia Riquelme.
Marisel y Claudia no quieren que se hable de un feto. Para ellas es un bebé: «una nena que se llama Costanza de los Milagros», porque ése era el nombre que María Alejandra había elegido para darle el gusto a la abuela Ema. En la última ecografía, presenciada por una multitud, el bebé se mostró «de cola» por lo que María Alejandra esperaba una nueva, para saber si era nena o nene.
«Me sacaron a mi hija y a mi nieta, yo le dije que se cuide cuando se la llevaba el asesino», afirmó Ema ayer a la tarde durante un contacto en su casa con un periodista de este diario. «Quiero justicia para mi hija, quiero que esté preso el asesino, mire lo que le hicieron a mi nena y mi «Costi» (por la beba) ¿Dónde me la dejaron? ¿Por qué le hicieron esto? Yo le dije que se cuide que le iban a hacer caer en una trampa», sostuvo la mujer.
La ropa y demás elementos con que la familia esperaba el nacimiento fueron donados a la sala de Pediatría del hospital Castro Rendón de esta ciudad. Por pedido de Ema la ropa de su hija no se ha tocado en los placares, lo mismo que no se cambió la grabación del contestador automático.
«Ha llamado mucha gente y a algunas personas les ha tocado que las atienda el contestador con la voz de Ale, fue muy impresionante para ellos pero, por lo que me dicen, mamá no quier que la cambien», comentó Marisel. «Ella era el alma de la casa, ella decidía todo. Jamás tuvo una depresión o algo que se le parezca, ella estaba feliz con su embarazo y no tenía problemas en decirle a todo el mundo que era adoptada. Por eso, tiene que quedar claro que jamás se le hubiera cruzado por la cabeza un suicidio. Tampoco se hubiera quedado sola en el Balcón del Valle», agregó.
Marisel dice que en medio de todo el dolor Ema les repite que, desde el cielo, «Ale nos va a guiar hasta el bebé y nos va a dar fuerza para llegar al asesino, aunque para nosotros está claro quién fue, el último que estuvo con ella: Nicolás Rinaldi Trillo», dijo Marisel. La mujer dejó bien clara la relación entre su familia y los Rinaldi. «Ellos nunca la quisieron», explicó. «Yo pregunto, si su hijo no tuvo nada que ver ¿Por qué nunca llamaron cuando Ale estaba desaparecida? Dejaron el teléfono descolgado y después hablamos porque llamé. Más allá de todo, tendrían que haberlo hecho por una cuestión humanitaria ¿O no?
NEUQUEN (AN).- "Yo le dije que tenga cuidado, yo le dije que la podían hacer caer en una trampa".
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