La madre de todas las batallas ahora es la inflación
Controlar la espiral inflacionaria, el 'desvelo' de "K".
Si antes de las elecciones del 23 de octubre desde el gobierno se decía que «la madre de todas las batallas» era la provincia de Buenos Aires, después de esta fecha podría ajustarse ese lugar común del discurso político a la inflación.
El presidente Kirchner ha confesado que controlar la espiral inflacionaria lo «desvela» y, junto con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, viene batallando literalmente contra el aumento incesante de precios de los productos de la canasta familiar en los supermercados.
Hoy el gobierno mantendrá una reunión crucial con los empresarios de la carne, quienes llegarán con sus planteos por el fuerte aumento de las retenciones a las exportaciones del producto faenado.
Al coro de quejas se sumaron los empresarios de la alimentación, quienes criticaron la eliminación de los reintegros a las exportaciones y aseguraron que esa medida afectará las inversiones.
En respuesta, recibieron una dura reprimenda del ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien los acusó de «querer quedarse con todo como en los años noventa».
Por su parte, el sindicalista Hugo Moyano, quien fuera caratulado de «setentista» por el ministro debido a los reiterados reclamos salariales, afirmó que si Lavagna «no tiene capacidad para controlar la inflación, que no busque otros culpables».
En la primera línea del debate por la inflación también participan economistas y los referentes de las pequeñas y medianas empresas.
Por ello, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señaló ayer que pese a la mejora que registró la economía en los últimos años, «la Argentina sigue mostrando limitaciones para lograr que el crecimiento achique la brecha de desigualdad» en los ingresos de la población.
Según refirió la entidad empresaria, «el diez por ciento más rico de la población gana 25,4 veces más que el diez por ciento más pobre, cuando en 1990 esa diferencia era de sólo 15 veces».
A su vez, el Instituto para el
Desarrollo Social Argentino (Idesa) afirmó que el consumo per cápita en la Argentina todavía es un seis por ciento inferior al que se registraba en 1998.
Los técnicos del Instituto admitieron también que «el contraste entre una recuperación económica acelerada y una parsimoniosa reducción de la pobreza sigue generando polémicas».
Idesa refirió que «las controversias en torno al documento emitido por el Episcopado son un nuevo testimonio» de la situación social que vive el país y agregó que «el agravamiento de las desigualdades está íntimamente vinculado a la regresiva redistribución de ingresos que produjo la devaluación».
En el informe difundido ayer por la CAME, la entidad aseguró que «en los últimos quince años, la distribución del ingreso en la Argentina se ha visto notablemente erosionada, impactando sobre todo sobre el 60 por ciento más pobre de la población».
«Si bien durante el primer semestre del 2005 se ha producido una mejora, las cifras de la desigualdad continúan siendo graves, repercutiendo directamente sobre el mercado interno ya que resta poder adquisitivo a los sectores de menores recursos que son los que gastan el total de sus ingresos en la economía doméstica», expresó el estudio.
Se indicó –a partir de los datos relevados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC)– que «lo que más asombra del incremento en desigualdad observado desde principio de la década de los '90, es el fuerte traspaso de ingresos desde los sectores bajos hacia los sectores altos».
Más allá de esto, la CAME recordó que «la desigualdad logra sin embargo una mejora de 6 por ciento si se la compara contra los valores alcanzados en octubre del 2002, cuando la economía aún estaba atravesando la crisis económica-financiera iniciada a fines del 2001».
(DyN y Redacción Central)
Reunión por la carne
El gobierno y los integrantes del comercio cárnico nacional se reunirán hoy, en el Ministerio de Economía, para analizar los pasos a seguir tras los aumentos crecientes que se verificaron en los precios al consumidor de la carne vacuna.
Así se confirmó desde la cartera agropecuaria nacional: los empresarios que concurrirán al cónclave son los representantes de los sectores frigorífico, consignatarios de hacienda y supermercadistas.
Respecto de los exportadores, se indicó que la convocatoria incluye a las plantas de faena que lo hacen para el mercado interno y también los que venden a plazas externas.
En las últimas horas, la dirigencia ruralista rechazó el alza dispuesto en las retenciones a las exportaciones de carne, por considerar esta medida como «desacertada».
El propio ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció el pasado viernes una serie de medidas para frenar la suba del precio de la carne, por ello dispuso triplicar las retenciones a las exportaciones llevándolas del 5 al 15 por ciento y endurecer las restricciones a la faena de animales.
«El objetivo es garantizar la oferta en el corto y mediano plazo y evitar la suba de los precios para mantener el poder de compra de la población», dijo Lavagna.
En lo que se refiere a la reunión de hoy, los productores pecuarios quedarán fuera de la reunión, una vez más, ya que los mismos no habían recibido hasta última hora del viernes ningún convite de parte de Economía. (DyN)
Si antes de las elecciones del 23 de octubre desde el gobierno se decía que "la madre de todas las batallas" era la provincia de Buenos Aires, después de esta fecha podría ajustarse ese lugar común del discurso político a la inflación.
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