La maestra destacada de Río Negro dirige una escuela de Beltrán

Sonrisa y tranquilidad es lo primero que muestra Mabel, para quien lo más importante “son los niños, más allá de los edificios”.

LUIS BELTRÁN (AVM) – En medio de las chacras, a pocos metros de la ruta que bordea la localidad de Luis Beltrán, se ubica la Escuela 178, cuya directora Mabel Huinca fue elegida como maestra ilustre del año en Río Negro por el Ministerio de Educación de la Nación.

A la pequeña escuela, rodeada de álamos y de una tranquilidad que huele a pasto húmedo, asisten poco más 70 chicos de las chacras que llegan en un largo colectivo amarillo.

Mabel sostiene que desde hace poco más de tres años es directora del establecimiento y que toda su formación y carrera la realizó en el Valle Medio. Se recibió en el Instituto de Formación Docente Continua de Luis Beltrán hace ya 25 años. Habla con una sonrisa permanente y una tranquilidad que hace juego con el lugar. En el edificio se están haciendo reformas en la galería, una ampliación para que en los días de frío los chicos puedan hacer actividades.

Pero, para Huinca “lo más importante son los niños, más allá de los edificios. Lo importante es cómo se educa, cómo se los trata”.

En pocos días más la mujer viajará a Buenos Aires, donde se reunirán los 24 maestros destacados en cada provincia y en la ciudad de Buenos Aires, para ser seleccionado el docente ilustre del año a nivel nacional.

Para Marta Larrarte, delegada del Consejo de Educación rionegrino en Valle Medio, el nombramiento tiene que ver con una serie de valores que deben reunir los educadores pero sobre todo con la vocación por enseñar.

La escuela tiene jornada completa, por lo que los chicos pasan allí 8 horas; mezclan las clases formales con horas donde aprenden cocina, tenis, etc.

“Acá pasamos gran parte del día, por lo que es más que una escuela. Es una familia, tenemos chicos desde los 3 años hasta los 13”, dice por su parte Mabel. “Los chicos salen de las clases contentos para poder ir a cocinar a sus casas”, indica mientras los niños revuelven una masa de torta en un sitio acondicionado para el taller de cocina. Tras conocerse la noticia, decenas de compañeras felicitaron a la docente, a quien le llegó por sorpresa el reconocimiento.

“Son buenos los reconocimientos, como un mimo al alma. Además llega cerca del día del maestro y es lo que más me gusta ser”, sostiene.

“De la misma manera que llegan los regalos y sorpresas, llegó este reconocimiento. Recibí una comunicación telefónica la semana pasada donde me informaban que había sido elegida como maestra ilustre por los docentes de las escuelas rurales de la provincia para el año 2015. Fue una enorme alegría, lo viví con mucha emoción y mucho placer”, dice.

“Hemos atravesado épocas no tan alegres, un poco más tristes, de tantos avances y tantos logros, sino más quietas, pero siempre en la escuela. Y como docente siempre tratando de luchar para que la escuela esté mejor. Y no estamos hablando de los edificios, estamos hablando de los niños, de los actores, de quienes habitan la escuela. Y ahí uno se remonta y dice ‘el principio y final de nuestro trabajo son los niños, es su bienestar, es lograr que aprendan pero que aprendan siendo ellos, personitas con una identidad, con sentimiento y con un reconocimiento’. Y es allí donde uno echa raíces”, dice mientras se emociona.

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