La mano dura policial le cuesta cara al Estado neuquino

Hay más de 40 demandas por la represión policial.

NEUQUEN (AN).- La mano dura que aplica la Policía en los operativos de represión le cuesta caro al Estado neuquino. En la justicia se tramitan por lo menos 40 demandas civiles iniciadas por víctimas de golpes y balazos, que reclaman una reparación patrimonial por los daños que sufrieron. La última que ingresó a Tribunales la presentó la familia de Víctor Gabriel Guíñez, el joven que perdió un ojo. Pide que la provincia sea condenada a pagarle casi 3 millones de pesos. Otro joven en una situación idéntica, Pedro Alveal, que fue herido en noviembre pasado durante la represión de una protesta de desocupados, está estudiando efectuar una presentación similar.

Algunos de los que iniciaron juicios civiles contra el Estado neuquino ya recibieron fallos a favor. Por ejemplo Jorge Alberto Massa, un joven que fue golpeado por la Policía de la comisaría Quinta de Centenario, y el periodista Bernardo Guerra, quien recibió un balazo de goma en el rostro durante una represión desatada el día que inauguraron el hospital Horacio Heller.

Otras demandas aún están en trámite, como la que inició la familia del canillita Rubén Arias, quien murió quemado durante el violento desalojo de su vivienda, o los tres estudiantes de Cutral Co que sufrieron una feroz paliza por la cual varios policías fueron condenados.

Algunas de las causas fueron presentadas ante la justicia civil por el abogado Mariano Mansilla, quien dijo a «Río Negro» que «la supuesta mano dura del ministro Manganaro se aplica sobre los sectores humildes y trabajadores, y el costo de este mal accionar lo pagamos todos los neuquinos».

Añadió que «existen en trámite alrededor de 40 causas civiles importantes en las que se reclama un resarcimiento económico por los daños y perjuicios» por varios miles de pesos. Reveló que otros estudios jurídicos patrocinan casos similares.

La demanda civil por el caso Guíñez es una de las más importantes. Este joven de 20 años perdió el ojo derecho como consecuencia de un balazo policial, durante una represión en el barrio Confluencia el 16 de abril pasado. La causa penal para identi

ficar al autor avanza lentamente (ver aparte).

Guíñez demandó al Estado provincial porque el balazo de goma se lo disparó un agente policial, «empleado del Estado, con motivo u ocasión de trabajo y con un arma propiedad del mismo», dice el escrito presentado en el juzgado civil 2 de Susana Busqueta de Gavernet.

Existe la posibilidad de que el joven sea operado en el exterior para recuperar parcialmente la visión del ojo. El costo total de la intervención, incluyendo el viaje, fue estimado en dos millones de pesos y debería afrontarlos la provincia.

Para el caso de que la recuperación de la visión no fuera posible, la demanda reclama el daño derivado de la incapacidad física sobreviniente. «Resulta evidente que la pérdida de la visión le causa un daño actual, presente y futuro, que lo afecta y afectará para siempre en el ámbito social, en su vida de relación y en el plano laboral», afirma el escrito presentado en la justicia.

Recuerda que «las personas con baja visión pasan por cambios físicos, económicos y psicológicos que disminuyen la calidad de vida. La baja visión influye en la rutina de todos los días, en los pasatiempos y en la habilidad para conseguir trabajo, que puede llevar a la pérdida de ingresos».

«Evidentemente, la vida de Víctor, que ansiaba antes de este hecho ser policía, no va a ser la misma», afirma la presentación. «Tiene 20 años, y este hecho lo va a marcar para toda la vida. Las consecuencias dañosas del hecho deben ser indemnizadas en su totalidad» por el Estado. En este sentido, reclama 500.000 pesos.

Por daño moral, la demanda exige otros 200.000 pesos, 66.500 más para prótesis, 3.600 para gastos de asistencia psicológica y 50.000 más por daño moral a su familia.

Avanza la causa por el disparo a Guíñez

NEUQUEN (AN).- A base de nuevos testigos, la Justicia estaría más cerca de individualizar al efectivo policial que disparó contra Víctor Guíñez y le hizo perder el ojo derecho.

El 16 de abril pasado, la Policía reprimió una manifestación cerca de la comisaría 19, del barrio Confluencia. Víctor estaba en la parada de colectivos de Paimún y Chocón, esperando el trasporte para ir al colegio, ajeno a los disturbios y acompañado por un matrimonio.

«En determinado momento, uno de los policías viene corriendo y le dice que corran. Sin motivo alguno y estando a diez metros de distancia dispara la escopeta que portaba», dice la presentación judicial.

Continúa: «Todos los presentes empiezan a correr. En forma inmediata posterior, el mismo policía sale corriendo desde la esquina hacia el lugar donde estaba Víctor, se aposta en un árbol a unos tres metros de distancia, le apunta a la cabeza y efectúa un disparo, produciéndole una de las postas del cartucho una lesión en el ojo derecho, que le acarrea la pérdida de la visión del mismo».

El efectivo policial estaba con el rostro cubierto por el casco, y hasta ahora la investigación judicial no permitió individualizarlo. Pero testigos que fueron localizados por la familia Guíñez declararon en los últimos días en la fiscalía y habría hecho un aporte importante. «La familia y los patrocinantes tenemos cifradas esperanzas en que esos testigos ayuden a descubrir al policía que disparó», dijo el abogado Mariano Mansilla.


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