“La mediocridad viaja en colectivo”
Días atrás, como todos los días, salí de mi casa con la intención de llegar al centro para poder abrir mi negocio. Generalmente tomando el ramal 13 de Indalo sobre calle Catriel al 1400 a las 7:30 llego a tiempo, o llegaría a tiempo si el servicio se prestara como corresponde, con la cantidad de unidades necesarias para cubrir la demanda. Es casi imposible tomar el colectivo entre las 7 y las 9 de la mañana, da bronca ver cantidad de gente caminando, madres con niños en brazos, ancianos, chicos que van a la escuela, porque el colectivo se llena mucho antes de llegar a Catriel y Abraham y todos los que esperan desde ahí hasta el centro ven pasar los micros llenos. Si tenés suerte frena para bajar a alguien y podés colgarte por la puerta de atrás corriendo. Los que tienen la posibilidad, pagan por lo menos $ 20 de taxi para llegar hasta el centro, los que no, caminan. Si es cierto que la empresa incorporó una gran cantidad de unidades nuevas, ¿por qué no las destinan a reforzar los ramales en hora pico? Es lamentable que además de todo esto la frecuencia sea “cuando pasa”, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el horario. De un tiempo a esta parte tampoco atienden los teléfonos en la empresa. ¿Cuál es la solución a todo esto? ¿Acostumbrarse a la mediocridad de la empresa? ¿Ser rehenes de una empresa monopólica que lo único que quiere es ganar plata y cobrar subsidios sin pensar en los usuarios? Y para colmo aumentando la tarifa y seguir brindando un servicio decadente. Espero que alguien en los entes de control se preocupe seriamente por lo que ocurre y se comience a sancionar fuertemente a la empresa por incumplimiento del servicio. Lamentablemente la empresa ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias desde mucho antes de renovar el contrato de concesión y a nadie pareció importarle. Después a no quejarse por la cantidad de autos y motos que circulan por el centro, que no hay lugar para estacionar, etc. La gente no confía, y con razón, en el transporte público. Pensar que la gente va a dejar de usar su vehículo y va a utilizar el colectivo para llegar al trabajo como ocurre en ciudades desarrolladas es una utopía, si ni siquiera están en condiciones de higiene, llegás a destino y tenés toda la ropa sucia con sólo subir. Espero por el bien de todos que esto se solucione pronto. Jorge Carrizo DNI 26.541.031 Neuquén
Días atrás, como todos los días, salí de mi casa con la intención de llegar al centro para poder abrir mi negocio. Generalmente tomando el ramal 13 de Indalo sobre calle Catriel al 1400 a las 7:30 llego a tiempo, o llegaría a tiempo si el servicio se prestara como corresponde, con la cantidad de unidades necesarias para cubrir la demanda. Es casi imposible tomar el colectivo entre las 7 y las 9 de la mañana, da bronca ver cantidad de gente caminando, madres con niños en brazos, ancianos, chicos que van a la escuela, porque el colectivo se llena mucho antes de llegar a Catriel y Abraham y todos los que esperan desde ahí hasta el centro ven pasar los micros llenos. Si tenés suerte frena para bajar a alguien y podés colgarte por la puerta de atrás corriendo. Los que tienen la posibilidad, pagan por lo menos $ 20 de taxi para llegar hasta el centro, los que no, caminan. Si es cierto que la empresa incorporó una gran cantidad de unidades nuevas, ¿por qué no las destinan a reforzar los ramales en hora pico? Es lamentable que además de todo esto la frecuencia sea “cuando pasa”, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el horario. De un tiempo a esta parte tampoco atienden los teléfonos en la empresa. ¿Cuál es la solución a todo esto? ¿Acostumbrarse a la mediocridad de la empresa? ¿Ser rehenes de una empresa monopólica que lo único que quiere es ganar plata y cobrar subsidios sin pensar en los usuarios? Y para colmo aumentando la tarifa y seguir brindando un servicio decadente. Espero que alguien en los entes de control se preocupe seriamente por lo que ocurre y se comience a sancionar fuertemente a la empresa por incumplimiento del servicio. Lamentablemente la empresa ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias desde mucho antes de renovar el contrato de concesión y a nadie pareció importarle. Después a no quejarse por la cantidad de autos y motos que circulan por el centro, que no hay lugar para estacionar, etc. La gente no confía, y con razón, en el transporte público. Pensar que la gente va a dejar de usar su vehículo y va a utilizar el colectivo para llegar al trabajo como ocurre en ciudades desarrolladas es una utopía, si ni siquiera están en condiciones de higiene, llegás a destino y tenés toda la ropa sucia con sólo subir. Espero por el bien de todos que esto se solucione pronto. Jorge Carrizo DNI 26.541.031 Neuquén
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