La Mississippi sueña con tocar en el exterior

La banda que lidera Ricardo Tapia prepara su camino internacional con "Yo estuve ahí".

Buenos Aires (Télam).- El grupo de blues La Mississippi, que el próximo jueves celebrará en el porteño teatro Opera la edición de su sexto álbum, «Yo estuve ahí», grabado en vivo en agosto de este año, aprovechará el recital para, según adelantó su líder y vocalista Ricardo Tapia, «dar forma a un show que también nos sirva para salir a tocar al exterior».

«Nos estamos poniendo como meta inmediata hacer algunas cosas afuera porque a la Argentina no le podemos pedir que nos pague el tipo de despliegue técnico y sonoro que La Mississippi requiere en este momento», dijo Tapia.

El cantante deslizó que los primeros pasos internacionales de la banda que hoy día es la máxima expresión del blues local, podrían concretarse a partir del año próximo, teniendo a España como primera estación de un ambicioso tour europeo.

Para el intérprete, ese futuro próximo de La Mississippi será el resultado lógico de una carrera de 11 años. «En nuestra vida no tuvimos ascensos con picos violentos, ni somos una «pasión de multitudes», pero estamos yendo de a poco, disfrutando todo el viaje y no solamente el final del viaje», reflexionó.

Ricardo Tapia también ligó esta atractiva proyección internacional a un momento del grupo en que «nuestro mayor interés -apuntó- pasa por tocar menos, pero tocar mejor».

«El hecho de haber sido una banda con mucho escenario, nos ayudó a pulirnos técnicamente y a alcanzar un determinado nivel de sonido, pero ahora queremos medir las actuaciones para tocar cada vez con mayor intensidad y calidad», fundamentó.

El grupo que completan Gustavo Ginoi (guitarras); Claudio Cannavo (bajo); Juan Carlos Tordó (batería); Eduardo Introcaso (saxo alto); Marcelo «Zeta» Yeyati (saxo tenor) y Miguel «Chuky» De Ipola (teclados), mostrará esta nueva inquietud el jueves desde las 21 en el teatro Opera.

Además de las infaltables sorpresas y los invitados (como Gustavo Cordera, de La Bersuit; Pity, de Viejas Locas, y León Gieco, quienes también tomaron parte en «Yo estuve ahí»), el concierto servirá para que el grupo toque temas no tan conocidos y, esencialmente, para celebrar la buena marcha del CD en cuestión.

«Yo estuve ahí» no sólo reúne clásicos de la banda y dos estrenos («La misma moneda» y «El detalle»), sino que tiene la particularidad de haber sido editado y mezclado sin sobregrabaciones. Con modestia, el intérprete explicó que «los conciertos del 11 y 12 de agosto fueron muy ensayados como para poder tocar y disfrutar y, además, tuvimos la suerte de poder contar, como técnico de grabación, con Gustavo Gauvry, que es otro «Mississippi» más y le dio su color».

En perspectiva de definir la placa, el también guitarrista y armonicista precisó que «es un disco muy salvaje y muy valvular en el que logramos un sonido más «70 y más pastoso que lo que se escucha habitualmente en este tipo de trabajos».

Ricardo Tapia aprovechó la referencia a «Yo estuve ahí» y sostuvo que dicho álbum «asienta una etapa del grupo y ahora nos proyecta hacia un próximo disco que estamos pensando con mucho cuidado».

«Queremos que el disco que venga -anticipó- sea muy de estudio, bien acabado y vestido por sonidos diferentes que le aporten, por ejemplo, el protagonismo de la percusión o de las guitarras españolas».

Buscando referentes posibles para la apertura sonora de La Mississippi en la que será su séptima placa, deslizó que «me pareció alucinante el trabajo que hicieron B.B.King y Eric Clapton en «Riding White the King», donde hay un atractivo lucimiento de la batería de Steve Gadd».

Sin preocuparse por los límites que impone cada estilo musical, Tapia formuló que «el músico que se prohíbe una idea por una cuestión de género, está muy mal».

Por último, el vocalista reunió el festejo por el presente, los proyectos por venir y las nuevas búsquedas estéticas en un todo que redefine otra interpretación de la trayectoria de La Mississippi y sus integrantes.

«Creo que los músicos tenemos que empezar a preocuparnos por el negocio de la música, porque si no, parece que nosotros solamente tocamos y la que se lleva la plata es la industria», disparó.

En igual sentido, Tapia concluyó que «los músicos también debemos prestarle más atención a lo que pasa en SADAIC, que, tal como dice su nombre, no es un sindicato sino una sociedad y está llena de «ñoquis»».


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