La mortalidad infantil volvió a subir en Neuquén

El año pasado, el indicador subió un 10% respecto del 2000. La provincia todavía mantiene uno de los valores más bajos del país. Los decesos están relacionados con la situación social familiar.

NEUQUEN (AN).- Los índices de mortalidad infantil subieron un diez por ciento el año pasado en esta provincia, donde se produjeron 121 defunciones de chiquitos menores de once meses. La mayoría de las muertes se dieron en un segmento etario que se relaciona directamente a los problemas que genera el delicado contexto social.

«No es para alarmarse, es un llamado de atención», reflexionó la jefa del servicio de Pediatría del hospital Castro Rendón, Mirta Pacín.

La provincia, no obstante, mantiene uno de los mejores indicadores de salud en general de todo el país, superada apenas por Tierra del Fuego y la ciudad autónoma de Buenos Aires, de acuerdo a los números que se conocen de 2.000. Es que los datos de 2.001 -salvo los de Neuquén, a los que accedió este diario- todavía no están procesados.

De acuerdo a esos índices, Neuquén tuvo el año pasado una tasa de mortalidad infantil del 12,4 por mil, un diez por ciento por encima de los valores de 2.000, aunque todavía no se sumaron los casos de chiquitos de esta provincia que fallecieron en nosocomios de la Capital Federal.

¿Cómo se entiende esto?

-«Nación suma a los índices de la provincia los casos de muertes al cabo de una derivación. Esto hace que, al cabo, los índices elaborados localmente se eleven», explicó el subsecretario de Salud Fernando Gore, quien explicó por qué se difundieron datos erróneos de la provincia cuando oficialmente se informó de un índice del 10,5 por mil correspondiente al 2000.

Cuando la provincia divulgó la información no tuvo en cuenta esos casos y difundió la tasa que fue considerada excepcionalmente baja. Pero desde Nación corrigieron el índice y se lo llevó al 11,4 por mil. De cualquier manera los valores están muy por debajo del valor promedio nacional que para 2.000 fue del 16,6 por mi, exactamente igual al que registró Río Negro durante ese período. Y muy pero muy lejos de Corrientes donde de cada mil nacimientos se contó la muerte de 30 chicos (30,4).

Según los datos a los que accedió este diario, en Neuquén, en 2.001 hubo 9.729 nacidos vivos y 121 defunciones, lo que da un índice del 12,5 por mil, muy por debajo del 16,6 por mil que tiene la Argentina. El caso es que en 2.000 sobre 9.974 nacidos vivos se produjeron 112 defunciones.

«Así como no hacemos una fiesta porque se baja un punto tampoco podemos dramatizar que suba uno», fue elocuente Gore en una charla con este diario. De las 121 muertes del año pasado, la mayoría corresponde a lo que en pediatría se denomina período postneonatal que agrupa a los bebés de más de 28 días. Este indicador es preocupante porque se lo relaciona directamente con el contexto social: desnutrición, diarreas, infecciones.

«Tiene mucho que ver con las condiciones socioeconómicas por lo que ésto es un llamado de atención», afirmó Pacín en diálogo con «Río Negro».

Pacín, sin tener datos oficiales, dijo que en el servicio de Pediatría en los últimos tiempos «podemos decir que es muy importante el embarazo adolescente y hay muchos casos de defunciones de los hijos de éstas mamás».

En Neuquén hay un monitoreo permanente sobre los casos de mortalidad infantil que son seguidos a través de un comité de acuerdo a las pautas establecidas por Unicef (ver aparte).

Según el resumen oficial del estado mundial de la infancia que elabora Unicef en 2.001 Alemania tiene uno de los índices considerados ideales, el 5 por mil, mientras que Bélgica, Israel y España -por ejemplo- se estacionan en el 6 por mil. Estos valores son prácticamente imposibles de superar porque contienen a las enfermedades congénitas y malformaciones. En Latinoamérica Chile registra un 11 por mil y Brasil el 34.

Una franja bajo la lupa

NEUQUEN (AN).- El segmento etario en el que se reflejan las muertes que tienen relación con el contexto social es el denominado defunciones postneonatales.

Allí, a lo largo de 2.001, se produjeron 48 muertes contra 37 de 2000. Ese segmento es el que merece la mayor atención de los profesionales y sobre el que se está poniendo especial atención. El jefe de la cartera de Salud, Fernando Gore, le dijo a este diario que en lo que va de este año «estamos notando una reducción».

Siempre según los datos de la subsecretaría de Salud, en el 1.998 y 1.999 se registraron respectivamente en Neuquén 45 y 53 muertes de bebés.

De acuerdo al informe denominado «Defunciones infantiles según criterios de reducibilidad», de las 48 muertes, nueve están en un segmento identificado como «reducibles por prevención» que agrupa a la muerte súbita, hepatitis vírica, enfermedad por HIV, tos ferina, sarampión y desnutrición grave.

También hay tres en «reducibles por tratamiento» (infecciones, meningitis, deficiencias de sales u otras anomalías congénitas del aparato digestivo), y siete en «reducibles por prevención y tratamiento» (infección intestinal mal definida, bronquiolitis, neumonías, trastornos perinatales, infecciones meningocóccicas).

Otro de los ítem que se discrimina se denomina «otras reducibles» y registra una decena de casos (traumatismos, envenenamientos, leucemia, enfermedades intestinales, epilepsia).

Gore confía en que es posible bajar a un dígito

NEUQUEN (AN).- «Neuquén está en la zona dura de la tasa de mortalidad infantil: es muy difícil bajar de los dos dígitos pero confiamos en que vamos a llegar. Dicho burdamente: si tenés un índice de 300 para bajar a 100 alcanza con vacunar a todos los chicos y garantizarles la leche; cuando se está en valores menores es mucho más complicado».

La afirmación corresponde al subsecretario de Salud de la provincia, Fernando Gore, quien destacó el trabajo en general que se realiza en cada uno de los hospitales y centros de sanitarios de Neuquén. Sobre todo, Gore puso énfasis en los resultados del programa Análisis de las Muertes Maternas e Infantiles que lleva adelante el área materno infantil del la subsecretaría de Salud.

Ese trabajo apunta a determinar con pelos y señales las causas de la muerte de cada uno de los chiquitos que fallezca en la provincia y que haya sido atendido en un centro asistencial.

El programa es monitoreado por un completo equipo de profesionales y responde a las pautas establecidas por Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Hay muchas cuestiones a tener en cuenta y entre ellas incluimos hasta entrevistas a las mamás aún seis meses después de producido el deceso: Queremos incluso que nos digan cómo fueron atendidas desde que la mamá se supo embarazada en adelante», agregó el funcionario provincial.

Las madres, a salvo

El titular de la subsecretaría de Salud de la provincia destacó que a lo largo de 2.001 no se produjo la muerte de ninguna madre algo que muy pocas veces se había conseguido antes.

En el último resumen oficial del estado mundial de la infancia de Unicef se informó que los índices más bajos de mortalidad infantil los tienen Alemania (5) e Israel, España, Cuba y Bélgica (todos con 6 al igual que la mayoría de los países europeos).

En la tabla que mide el indicador de la mortalidad infantil, Estados Unidos figura con 7 por mil y Afganistán con una tasa de 165 por mil.

«Menos de seis es prácticamente imposible porque es un porcentaje que responde a malformaciones congénitas imposibles de eliminar», afirmó Mirta Pacín, la doctora que está a cargo del servicio de Pediatría del hospital Castro Rendón.

«Para nosotros, los resultados del programa serán fundamentales de aquí en adelante; igual no podemos olvidarnos que la Argentina está viviendo la peor crisis de su historia. Por los datos que manejamos de 2.002 creemos que habrá una baja de la tasa con respecto al año pasado», cerró Gore.


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